lunes, 9 de mayo de 2022

Ashbury-Endless Skies (1983)

Ashbury son otra de esas bandas olvidadas y enterradas en el tiempo, que publicaron un legendario álbum debut en 1983, una verdadera joya para los fanáticos del hard rock clásico de los 70.
Emparentados al sonido épico de Wishbone Ash, a las melodías vocales de Eagles o CSN, y al misticismo prog folk de Jethro Tull, esta banda era en realidad un dúo fundado en Tucson, Arizona por los hermanos Randy y Rob Davies, ambos guitarristas y cantantes,
Ellos fundarían Ashbury (no confundir con la banda de rock alternativo del mismo nombre fundada en el 2005), después de la disolución de la banda de rock sureño Rigid Spur, en la cual formaba parte Randy Davies a finales de los setenta.
Una vez disuelta, parte de su formación fundarían Ashbury South en donde contaban como técnico de iluminación con Rob Davis. La banda obtendría en los años siguientes una gran reputación en Arizona actuando en clubs y locales de conciertos e incluso ganarían un prestigioso premio organizado por una emisora de radio de Phoenix a la mejor banda de directos de todo ese Estado norteamericano.
Ya en 1980 los hermanos Davis deciden continuar por su cuenta y planean grabar un álbum, aprovechando el material que ambos habían estado componiendo juntos durante los últimos años mientras pertenecían a los Ashbury South.
El álbum que finalmente seria publicado en 1983 y que se titularía "Endless Skies", les otorgaría otro importante premio, esta vez fue otra famosa emisora de radio de Phoenix la que proclama al álbum como el mejor disco de rock del año 1983.
"Endless Skies" esta compuesto por una inteligente mezcla del rock sureño, hard rock y sonidos muy cercanos al heavy metal con ligeros toques progresivos como queda demostrado en "The Warning", en donde muestran su tendencia por los Jethro Tull mas duros, mientras en la melódica "Take Your Love Away" asoman los aires épicos y guitarrísticos de los Wishbone Ash. La heavy rock "Vengeance", la country rock "Madman", la épica y progresiva "Hard Fight", o la sureña "Mystery Man", conforman un disco tan brillante como antológico. Mención aparte es el tema que da titulo al álbum, un magnífico ejercicio de hard rock progresivo y dinámico, en donde se dan cabida influencias dispares, con grandes armonías vocales, momentos delicados y melódicos y el pesado heavy rock de finales de lo 70.