miércoles, 18 de agosto de 2010

Psicodélia

A mediados de los 60 el rock tomó varias corrientes decisivas que fueron fundamentales en la historia del rock´n´roll, por un lado Bob Dylan introdujo el mensaje socio-político explícito; por otro las bandas británicas tales como los Rolling Stones y los Who que reflejaban la imagen de delincuentes juveniles de la década anterior, se promovieron el caos vocal e instrumental; y por otro grupos como The Beach Boys, The Beatles o The Byrds se dedicaron a experimentar en los estudios con arreglos excéntricos. Todos ellos encarnaron tres diferentes formas de usar la música como un vehículo: el poeta profundo, el punk callejero y los escultores de sonido. Los Rolling Stones y los Who personificaban el atributo eterno y universal de la juventud como era la rebelión. Los Beach Boys y los Beatles vivían tan apartados como era posible de su tiempo (la guerra de Vietnam, el movimiento de derechos civiles, el miedo al holocausto nuclear…etc). Bob Dylan era todo acerca de su tiempo y el mundo de su alrededor y usaba la música como un arma, contra todo lo que aparentemente era injusticia, los Rolling Stones y los Who lo usaban como un insulto, mientras que los Beach Boys y los Beatles estaban en parte indiferentes a la turbulencia ideológica. 
La convergencia de estos tres hilos profundamente diferentes, produciría el gran movimiento de la psicodélica, un estilo que reflejaba el espíritu de los tiempos, experimentaba con el sonido de estudio y que personificaba la frustración de la juventud.
La síntesis de 1966 fue alimentada por alucinógenos, como si las drogas fueran el punto de encuentro natural del poeta, el punk y el escultor de sonido. Lo más probable es que fuera una mera coincidencia: resulta que las drogas representaban el llamado de las armas unificado para esa generación. Podría haber sido cualquier otra cosa. Las drogas estaban convenientemente disponibles y simbolizaban lo opuesto a lo que las instituciones representaban (guerra, vida burguesa, disciplina, avaricia, religión organizada, valores morales anticuados).
Si uno tuviera que señalar un evento que materializara esta síntesis histórica tendría que ser mayo de 1966, cuando el “Blonde on Blonde” de Dylan apareció, un álbum doble (de por sí un alejamiento significativo del viejo formato), que irónicamente había sido grabado en Nashville (entre octubre de 1965 y marzo de 1966). Hasta entonces, todos los artistas de rock se habían ajustado dentro de las fronteras de la canción melódica de tres minutos de la música pop. Después de ese lanzamiento, sólo la música comercial convencional permanecería anclada al formato de la canción tradicional del Tin Pan Alley. Álbumes con "canciones" extensas y de formato libre empezaron a fluir desde Londres, Nueva York y Los Angeles: entre otros aparecerían el segundo álbum de los Fugs “Virgin Forest”, (grabado en enero y lanzado en marzo, así de hecho ganándole a Dylan), el doble álbum “Freak Out” de Frank Zappa (también grabado en enero y lanzado en julio), “Aftermath” de los Rolling Stones (grabado en Los Ángeles en marzo), “The Velvet Underground & Nico” de los Velvet Underground (grabado principalmente en abril y mayo), “A Quick One” de los Who (grabado en el otoño), el primer álbum de The Doors (grabado en el invierno), “Da Capo” de Love (lo mismo), etc etc. Muchos ellos habían sido grabados al mismo tiempo que la obra maestra de Dylan, señalando un cambio colectivo lejos de la canción pop.
Este cambio en la música rock (insertado en la síntesis histórica del poeta, el punk y el escultor de sonido) coincidía con el auge del "free jazz". El rock 'n' roll había nacido de la confluencia del blues y la música country, pero después de 1966 el blues y el country/folk se volvieron meros ingredientes, (dos de los muchos) de una receta mucho más compleja. Las sesiones extensas "ácidas" de los Velvet Underground, de los Jefferson Airplane, de los Grateful Dead y de Pink Floyd, descansaban en una infraestructura musical suelta que ya no estaba relacionada al rhythm 'n' blues o a la música country. Era de otra forma, muy similar al formato de la música jazz tocada en los desvanes y en los clubes en los que asistían muchos músicos de rock psicodélico, y que rápidamente se habían convertido en el segundo gran pilar de la contracultura, (el primero había sido el movimiento por los derechos civiles y el pacifismo). Básicamente, la influencia indirecta del free jazz se volvió prominente en la música rock durante la era psicodélica, alimentando su revolución musical y emancipando la música rock de sus base blues. Antes de 1966, la música rock había sido fundamentalmente parte de la tradición del blues, aunque muchos rockeros no quisieran admitirlo. Después de 1966, la música rock se volvió más parte de la tradición del jazz aunque igualmente esos mismos rockeros no quisieran admitirlo. 
En 1965, San Francisco, cuya escena se habían grandemente languidecido en los años de la música surf y del movimiento Greenwich, de repente se convirtió en una de las ciudades seguro, con mas síntesis en la nación. Los poetas de la generación "Beat" se fueron para allá. Los "Diggers" transformaron del distrito de Haight Ashbury en un "teatro viviente". Mario Savio fundó el "Free Speech Movement" en la Universidad de California en Berkeley, donde plantones y marchas fueron secundados por gente como Country Joe McDonald. Había agitación en el aire. En el verano de 1965 una banda de San Francisco, los Charlatans, y sus admiradores hippies tomaron posesión del "Red Dog Saloon" en Virginia City (Nevada), y comenzaron la idea de tocar una nueva clase de música para una nueva clase de audiencia. Los Warlocks (después se convertirían en Grateful Dead) fueron contratados por Ken Kesey para tocar en sus "pruebas ácidas" (fiestas LSD), donde la banda empezó a interpretarse sesiones mentales largas, meramente basadas en country, blues y jazz. En octubre de ese año, la Family Dog Production organizó la primera fiesta hippy en el "Long Shoreman's Hall". Siguiendo el éxito de ese "festival", se abrieron las puertas para las nuevas bandas de San Francisco que brotaron por todas partes. 1966 fue el "verano del amor". Ellos abrazaron los ideales pacifistas que habían sido promovidos por Bob Dylan, pero con luna menor posición política. Su filosofía de la vida (" paz y amor" y drogas) que era en muchas formas, consecuencia directa de lo que Dylan había predicado, pero también estaba mucho más cerca a la filosofía budista. Los hippies se reunían no para marchar, sino para celebrar, no para protestar sino para regocijo. La experiencia espiritual era prominente sobre la experiencia política. Esto representaba un cambio dramático desde los tiempos del rock 'n' roll, cuando la música era un (al final violento) acto de rebelión.
Los festivales de rock fueron inventados con el "Human Be-in" celebrado en enero de 1967 en el Golden Gate Park (la "reunión de las tribus"). El fenómeno hippy era interesante porque se convirtió en un movimiento de masas que se difundió rápidamente por todos los estados (y el mundo) pero que no tenía líder. Era un movimiento mesiánico sin un Mesías.
Básicamente, la música de los hippies era una evolución del folk-rock, renombrado "acid-rock" porque la idea original era que se proveía de una banda sonora para las fiestas LSD, una banda sonora que reflejaría tan cercanamente como fuera posible los efectos de un "viaje" LSD. Esta música era, de muchas maneras, el equivalente del rock de una pintura abstracta (Jackson Pollock), free-jazz (Ornette Coleman) y poesía beat (Allen Ginsberg). Estos fenómenos tenían en común una vaga estructura en cuál la forma "era" el contenido y una actitud de desdén por los antiguos valores estéticos. En lo musical esto significaba que la improvisación era tan importante, y aún más importante, que la composición. El principal invento del acid-rock fue el "jam" (sesión improvisada), la cual, está claro, había sido practicada por los músicos de jazz y blues. Los músicos de acid-rock, sesionaban en un contexto algo diferente: ellos ponían más énfasis en la melodía y menos énfasis en la ejecución virtuosa. La diferencia más visible (además de la raza de los músicos), era el rol líder de la guitarra eléctrica. Una diferencia más sutil era que el espíritu apasionado y dolido del blues fue reemplazado por un espíritu trascendental como zen. El arquetipo para el acid-rock fue de hecho grabado en Chicago, por el músico de blues blanco Paul Butterfield, el mítico album y obra maestra “East-West” (1966), una pieza extensa que fusionaba la improvisación afroamericana e hindú. Desde el punto de vista instrumental, el acid-rock seguía siendo por mucho un descendiente del rhythm 'n' blues, pero desde el punto de vista vocal era por mucho un descendiente de la música folk y country. Las melodías y las armonías eran inspiradas principalmente por la tradición blanca. 1966 fue el año de las sesiones: “Virgin Forest” por los Fugs, “East-West” de Paul Butterfield, “Up In Her Room” por los Seeds, “Going Home” por los Rolling Stones, “Sad Eyed Lady Of The Lowlands” por Bob Dylan, etc. En los años siguientes los músicos de rock grabarían muchas más piezas complejas y extensas.
Jefferson Airplane fueron una de las bandas más grandes de rock de todos los tiempos. Ellos no sólo abrazaron el espíritu y el sonido de la era hippy más que cualquier otra, sino que además contaban con un grupo de talentos formidables, que redefinieron el canto (Grace Slick), la armonización (Paul Kantner, Marty Balin), la forma de tocar el bajo (Jack Casady), el contrapunto de guitarra (Jorma Kaukonen) y la batería (Spencer Dryden) en la música rock. Sus primeros sencillos, “Somebody To Love” y “White Rabbit” (1967), ayudaron establecer el rock psicodélico como un género musical. La música de Jefferson Airplane era grandemente auto referencial, y su carrera es el perfecto documental de su generación. “Surrealistic Pillow” (1967), era un manifiesto de la generación hippy, “After Bathing At Baxter's” (1967), uno de los más grandes logros artísticos de la era psicodélica, fue el álbum que rompió con los convencionalismos del formato de la canción y de los arreglos pop. “Volunteers” (1969), su obra maestra suprema, fusionó la tendencia del retorno a las raíces (tanto musical como moral) y la tendencia hacia la política de línea dura. “Blows Against The Empire” (1970) fue una mirada nostálgica a los ideales de las comunas y un tributo utópico a la edad espacial. “Sunfighter” (1971) es un regreso adulto y solemne al formato de la canción y la naturaleza. Su "atractivo mercado-técnico" era precisamente que ellos representaban (y practicaban) una nueva forma de vida. Desafortunadamente, pocos de sus álbumes figuran entre las obras maestras del rock porque fueron limitadas fundamentalmente por un formato orientado hacia la canción que ellos raramente desafiaron, (distinto a, digamos, The Grateful Dead). Jefferson Airplane fueron parcialmente aceptados por las instituciones porque ellos seguían viviendo en el mundo de la música pop, porque las raíces folk y blues seguían visibles, porque la melodía seguía en el centro de la masa.
Otros estaban reaccionando en contra de todo lo mencionados anteriormente. The Grateful Dead, considerado por muchos como "la mas grande banda de rock de todos los tiempos” (sobre todo los norteamericanos, los cuales les adoran de manera asombrosa), fue un monumento a la civilización hippy de San Francisco, y, en general, un monumento a la civilización psicodélica de los 60. Su más grande invento fue la sesión de grupo extenso y de forma libre, el equivalente en el rock de la improvisación en el jazz, en el cual la sesión canalizaba la angustia de las personas afroamericanas, las sesiones del Grateful Dead era la banda sonora de los "viajes" LSD. Pero pronto vinieron a representar una ideología entera de evasión de las instituciones, de libertad artística, de un estilo de vida alternativo. Contrario a su imagen de drogadictos e inadaptados, los Grateful Dead fueron uno de los grupos más eruditos de todos los tiempos, conscientes de las composiciones atonales de la vanguardia europea y de la improvisación modal del free-jazz así como los ritmos de otras culturas. Se las ingeniaron para transformar el feedback de guitarra y medidas extrañas, en el equivalente del rock de instrumentos de cámara. Las escalas infinitas ascendentes y descendentes de Jerry Garcia están entre las empresas más titánicas que se hayan intentado en la música rock. Los Grateful Dead nunca vendieron muchos discos. Su formato preferido fue el concierto en vivo, y no el álbum. Ellos literalmente redefinieron lo que es la "música popular": el concierto en vivo, el día a día y sus manifestaciones en directo contra el capitalismo, removiendo el plan de negocios del entretenimiento. Sus obras maestras grabadas, “Anthem Of The Sun” (1968), “Aoxomoxoa” (1969) y “Live Dead” (1969), son meras aproximaciones de su arte. “Anthem Of The Sun” fue refinado en el estudio usando toda clase de efectos y técnicas. La banda miraba a Karlheinz Stockhausen, John Cage y Morton Subotnick (y no a Chuck Berry) para su inspiración. Los blues de los Dead y las raíces country fueron horriblemente desfiguradas por despliegues alucinógenos, desintegrando así la estructura de la canción y su desarrollo. Cada canción era de un sonido apabullante. Los obsesivos tiempos del ritmo de la batería reproducen las pulsaciones de un viaje LSD; la electrónica pintaba panoramas de pesadilla y alucinaciones; los teclados gemían tenebrosos y misteriosos, como fantasmas prisioneros en catacumbas; las guitarras perforaban las mentes y liberaban sus sueños en el cielo; las voces flotaban serenas sobre la vorágine. Los arreglos sobrevolaban con bocaditos de clavecín, trompetas, celeste, etc. pero sobre todo el sentimiento era de angustia, realzado por la selva de disonancias y percusiones. Sus improvisaciones eran extensas y sonaban como música de cámara para los drogadictos ebrios. (El crédito es para el productor Dave Hassinger por sobreponer diferentes ejecuciones y crear un sentido "multi-dimensional", una versión extrema del "muro de sonido" de Phil Spector). El ritmo y la melodía se habían convertido en puros accesorios. “Aoxomoxoa” (1969) reparó parte del daño, al retroceder al formato tradicional de la canción. “Live Dead” alcanzó su dimensión propia con canciones tales como “Feedback”, un "viaje" monolítico extenso por la guitarra de Garcia, y “Dark Star”, la sesión terminal de los Dead y el canto del cisne del acid-rock. Al mismo tiempo, sin embargo, su sesiones en formato de libre nación con una filosofía que seguía siendo profundamente estadounidenses. Nacieron en la frontera entre la cultura individualista y libertaria del colonizador y la cultura comunal y espiritual de los cuáqueros. A pesar de haber sido excluidos por la industria, The Grateful Dead expresaba, mejor cualquier otro músico de esa época, la quintaesencia de la nación estadounidense, y quizás esa era precisamente la razón de que su musical resonara también en el alma de la juventud estadounidense. No es una coincidencia que los Grateful Dead, junto con los Byrds y Bob Dylan, llevaran el movimiento hacia el country-rock, via “Workingman's Dead” (1970) y el álbum solo “Garcia” de Jerry Garcia (1972). La banda pasó sus años adultos tratando de transformar el idioma cultural de los hippies, en un lenguaje universal que pudiera alcanzar cualquier rincón del planeta (no solamente las comunas hippy). Ellos lograron un gran éxito con una forma de muzak intelectual la cual interpretaba el viaje lisérgico como un escape catártico de la realidad cotidiana y la liberación de la neurosis urbana: “Weather Report Suite” (1975), “Blues For Allah” (1975), “Shakedown Street” (1978), “Althea” (1979). En la práctica, su arte era una investigación psicológica en la relación entre los estados alterados de la mente (alucinaciones psicodélicas) y los estados alterados de la psique (neurosis industrial).
Las primeras bandas de San Francisco tenían que vérselas con una industria discográfica que completamente los malinterpretaban. Las grandes compañías morían por explotar el fenómeno hippy, pero se resistían a la música extraña que esos hippies estaban tocando. A los productores se les pagaba específicamente para destruir el sonido original y "normalizar" las sesiones (en otras palabras, para "Beatle-izar" el acid-rock).
Mientras las anteriores escenas de música, alrededor del mundo habían girado alrededor de un estilo específico (tales como el Mersey-beat o el rhythm 'n' blues o la música surf), la bahía de San Francisco se convirtió en el lugar en donde todo era permitido. De hecho, por mucho la única cosa que no se permitía, era copiar el sonido de alguien más. La originalidad era obligatoria, el talento era opcional.
Y así surgieron bandas tan originales como extrañas, al menos al principio, para el habitual sonido pop de aquello años.
El álbum grabado en 1967 por los Charlatans, “The Charlatans”, no fue lanzado sino hasta diez años después (1977), pero las canciones salieron como una serie de sencillos de edición limitada a finales de 1966 y principios de 1967.
Kaleidoscope estaban entre los más arriesgados con la fusión de la música country, jazz, cajun, Medio Oriente, India, flamenca, gitana y sudamericana propuesta en “Side Trips” (1967) y en “A Beacon From Mars” (1968), la última incluía “Taxim”, (posiblemente la obra maestra de raga-rock de todos los tiempos).
Electric Flag de Mike Bloomfield debutó con “Trip” (1967), una mezcla bizarra de electrónica, ruido, psicodelia, country, ragtime y blues.
Moby Grape abrazó el espíritu casual y mágico de la sesiones ácidas en “Grape Jam” (1968), destacando Mike Bloomfield y Al Kooper (ambos colaboradores de Dylan), en el álbum solo de Alexander Spence “Oar” (1969).
Quicksilver Messenger Service, una de las bandas más grandes de sesión en la escena del acid-rock, enlazaron el acid-rock de San Francisco, el sonido garage del noroeste y el rhythm ’n’ blues de Chicago, particularmente en “Happy Trails” (1969), del cual las canciones más extensas son audaces cabalgatas pan-estilísticas que toman el blues como el punto de inicio pero buscan el interiorismo humano.
Mad River fueron también influenciados por el blues en “Mad River” (1968) y “Paradise Bar And Grill” (1968).
Blue Cheer, por el otro lado, tocaban el blues-rock con inusitada violencia: “Vincebus Eruptum” (1968) introdujo un sonido terrorífico (guitarra ensordecedora y amplificación del bajo), que desafiaba a toda la ideología "hippy" y precedía al stoner-rock 25 años antes.
Steppenwolf desencadenó dos de los himnos más importantes de este fuerte y rápido acid-rock: “Born To Be Wild” (1968), que contenía la expresión "heavy metal" que identificaría un nuevo género y “Magic Carpet Ride” (1968).
Al otro lado del espectro, Fifty Foot Hose, una de las más experimentales bandas de los 60, y una de las primeras en emplear electrónica para enlazar la música rock y la de vanguardia, grabaron “Cauldron” (1968), desafiando la atmósfera plácida del acid-rock con los sonidos cacofónicos y caóticos de su sesiones apocalípticas y "enloquecedoras" (“Fantasy”).
Cuando esas bandas alcanzaron los estudios de grabación, la era dorada del acid-rock había terminado gracias a dos eventos altamente publicitados en el verano de 1967: el festival de Monterrey (que legitimó el formato) y el álbum “Sgt Peppers” de los Beatles (que legitimó el sonido). Durante ese verano lo "alternativo" se convirtió en "convencional". El espíritu anti comercial del acid-rock se convirtió en una contradicción de términos. El año siguiente, las bandas hippies abrazaron el country-rock y regresaron al formato tradicional de la canción.
Había una razón sociopolítica para el fallecimiento súbito del movimiento hippy. Los hippies nunca habían representado verdaderamente a la clase intelectual. Ellos habían representado al joven promedio de la clase media, quien era temeroso de ser llamado al servicio militar para la guerra de Vietnam y soñaba con un mundo sin armas nucleares. Los intelectuales de izquierda tenían diferentes prioridades, y estaban suscritos a la noción de que algún grado de guerrilla urbana era necesario para poder cambiar las instituciones. Los hippies eran sólo una de las facetas de la contracultura. En 1968 la marea se alzaba, y las protestas violentas se hicieron más populares que las pacíficas. El movimiento de paz fue secuestrado por revolucionarios de un orden distinto, y su banda sonora (acid-rock) se volvió anacrónica.
Pero no solo San Francisco y sus alrededores coparon el movimiento psicodélico...New York, Los Ángeles y Londres fueron caldo de cultivo para otras muchas bandas que abordaremos mas adelante.