A finales de los sesenta el teclista sudafricano Manfred Lubowitz, mas conocido como Manfred Mann, había publicado dos buenos discos de jazz rock con su banda Manfred Mann Chapter Three, en ellos el músico dio rienda suelta a sus inquietudes mas jazzisticas y progresivas con un estilo que por la época estaba en plena efervescencia. Después de esta aventura, en 1971 funda Manfred Mann´s Earth Band con un sonido mas actualizado y enfocado a los sonidos puramente progresivos. "Solar Fire" (1973), fue el cuarto álbum de esta banda y esta considerado una de sus mejores obras y el que más orientado esta hacia al rock.
Para este nuevo disco además de Manfred Mann, el grupo estaba compuesto por el batería Chris Slade, el bajista Colin Pattenden, el guitarrista Mick Rogers y las coristas Irene y Doreen Chanter.
En “Solar Fire” los teclados de su lider se erigen como los protagonistas indiscutibles, además de las guitarras y los arreglos instrumentales, algunos de ellos inspirados en la suite clásica de Gustav Holst, “The Planets”. Manfred Mann siempre ha sido un músico que gustaba de hacer versiones de otros artistas y en sus álbumes solía incluir algunas de ellas. Este se iniciaba con la versión del tema de Bob Dylan “Father Of Day, Father Of Night”, que Manfred Mann lleva hasta los nueve minutos en donde ilustra a la perfección el sonido característico de esta banda, una especie de rock progresivo con predominio de teclados y guitarras eléctricas. También están presentes en este disco los coros femeninos que le dan un aire clásico y sombrío. “In The Beginning, Darkness”, sigue la estela del tema anterior, un poco más cercano al hard rock progresivo y en el que las mejores partes siguen siendo las improvisaciones de teclados y guitarra, el ritmo de “Pluto the Dog”, nos recuerda a los pasajes hipnóticos de Pink Floyd, mientras en la espacial “Solar Fire”, destaca ese peculiar sonido de órganos y sintetizadores y las guitarras. 'Saturn, Lord of the Ring/Mercury, The Winged Messenger” es mas solemne, dividido en tres partes, con momentos más rítmicos, otros mas pausados y una última parte improvisada. Finalmente “Earth the Circle” dividida en dos partes, son ejercicios de improvisación y diferentes variaciones para el lucimiento del propio Manfred Mann.