El cuarto álbum de la banda norteamericana de heavy rock progresivo Queensryche, supuso un alejamiento del estilo conceptual que había mostrado en el anterior “Operation Mindcrime”, publicado dos años antes y con el cual habían logrado un disco de platino en el mercado norteamericano.
“Empire” no solo lo superaría ampliamente, si no también colocaba a la banda originaria de Seattle entre las punteras de un genero que por aquellos años estaba en constante aumento de popularidad.
En este nueva entrega la huestes formada por el teclista y cantante Geoff Tate, los guitarristas Michael Wilton y Chris DeGarmo, el bajista Eddie Jackson y el batería Scott Rockenfield y bajo la producción de Michael Kamen, se enfocaron en una serie de temas mas orientados hacia el heavy metal convencional sin abandonar por completo los complejos arreglos progresivos y melódicos anteriores.
Temas como la rítmica y pegadiza “Best I Can”, contrastan con la poderosa “The Thin Line”, la melódica “Another Rainy Night”, o las excelsas con regusto progresivo “Empire” y “Anybody Listening”.