El noveno álbum de Pink Floyd fue grabado en medio de varios hechos muy significativos, algunos de los cuales marcarían el devenir del resultado final de este conceptual y tremendamente atmosférico “Wish You Were Here”.
El primero fue cuando el miembro fundador Syd Barrett, aparecería por los estudios de grabación, este fue un momento trascendental para Roger Waters, quien modificaría sustancialmente el desarrollo de la grabación posterior. De igual manera, otro hecho significativo fue la ardorosa elaboración del técnico de sonido Brian Humphries, al no dominar muy bien los nuevos métodos de grabación de los novedosos estudios Abbey Road de Londres.
También seria el primer álbum de la banda en contar con diferentes colaboraciones, como la de Stephane Grappelli, Dick Parry y Roy Harper, además de varias coristas (Carlena Williams y Venetta Fields)
Antes de su publicación muchos lo pusieron en tela de juicio, por un lado venia precedido de una obra monumental como “The Dark Side Of The Moon” y por otro el que la banda confiara en un nuevo y novel productor, prescindiendo del experimentado Alan Parsons, hecho este que generaría bastante dudas entre los fans y la critica especializada.
Sin embargo la banda no estaba interesada en superarse a si mismos después de tan magna obra, simplemente quisieron expresar nuevos pensamientos y explorar nuevos sonidos, lográndolo de manera apoteósica con un álbum atmosférico, complejo y al mismo tiempo muy accesible.
Desde la inicial “Shine On You Crazy Diamond”, sin duda una de las aperturas mas memorables de todos los tiempos, con un David Gilmour sublime a la guitarra, hasta la acústica “Wish You Were Here” pasando por la electrónica y experimental “Welcome To The Machine” o la ligera y pegadiza “Have A Cigar”, conformaron otra de las obras maestras del rock progresivo y una de las mas exitosas comercialmente con mas de veinte millones de copias vendidas a nivel mundial.