martes, 13 de septiembre de 2022

Black Sabbath-Sabbath Bloody Sabbath (1973)

Grabado en medio de una profunda crisis en el plano personal de todos sus integrantes, Black Sabbath lanzaron “Sabbath Bloody Sabbath”, el quinto álbum de la banda de Birmingham y que supuso una de sus mejores obras y al mismo tiempo que un referente del heavy metal. En aquellos momentos la adicción a las drogas, les llevaría a la total incapacidad para ni siquiera plantearse la composición de nuevo material que sucedería al enorme y anterior “Vol.4”, publicado en 1972. Así las cosas y en parte como remedio a esa situación limite, la banda se retiraría a un castillo medieval en el bosque de Dean en el condado de Cloucesterhire al norte de Inglaterra. En ese entorno tranquilo y algo siniestro por las leyendas que sobre dicho castillo existían, la banda se revitalizo tanto anímica como musicalmente y durante semanas compusieron y ensayaron el material que posteriormente seria grabado en los Morgan Studios de Londres durante los meses centrales de 1973. Sin embargo y pese a su funesta portada, Black Sabbath aquí presentan un trabajo menos lúgubre y tétrico, sin duda producto de la inclusión de los sintetizadores y de unas composiciones mas maduras, que si bien es cierto no se alejan de sus ambientes oscuros, el matiz general es en cierta medida mas alegre y jovial.
Compuesto por ocho temas, “Sabbath Bloody Sabbath” se abre con el tema del mismo titulo, una densa demostración de los enormes riffs de Tony Iommi y la melódica voz de un enorme Ozzy Osbourne, que entre poderosos momentos de heavy metal hay interludios de sosiega exquisitez. La desenfadada y fluida “A National Acrobat” vuelve a poner de manifiesto todo lo anterior, con esos riffs dimensionales de Tony Iommi, la voz inconmensurable de Osbourne y la sincronizada sección rítmica compuesta por Geezer Butler y Bill Ward. El idílico paisaje del bosque de Dean fue sin duda la inspiración de tema instrumental “Fluff”, que rodeado de una aura mística y bucólica nos deja sonidos acústicos bañados en cascadas de teclados, este remanso de paz es la antelación de la frenética y al mismo tiempo compleja “Sabbra Cadabra”, que pone esa nota de color progresivo al álbum.
La oscura "Killing Yourself To Live” da paso a la parsimoniosa “Who Are You?” en donde los sintetizadores le roban el protagonismo a la contundente guitarra de Tony Iommi. En contrapartida a esta ultima aparece la vivaz y dinámica “Looking For Today” con otro trasfondo progresivo, para culminar con la orquestal y una reminiscencia lejana a los The Moody Blues, “Spiral Architect”.
Sin duda alguna la estancia en aquel mítico lugar medieval, le serviría a Black Sabbath para lograr inspirarse y componer una obra extraordinaria, repleta de momentos sublimes, que bajo el auspicio de su sonido heavy metal, lograron un álbum repleto de magia y efectividad.