En 1976 Queen estaban en plena creatividad y en su mayor apogeo de popularidad, ellos venían de conseguir un incontestable numero uno en las listas con su anterior álbum "A Night at the Opera", una obra que los encumbraba definitivamente y que los harían pasar a los anales de la música rock.
El siguiente movimiento discográfico seria este "A Day at the Races", que lanzado un año después, seguía como su titulo sugiere la senda del anterior, con otro titulo de otra película de los hermanos Marx.
Al igual que el mencionado "A Night at the Opera", este "A Day at the Races" muestra un sonido enérgico, versátil y teatral.
La inicial hard rock "Tie Your Mother Down" además de convertirse en un éxito en las radios de medio mundo, pasaría a engrosar el repertorio habitual en todos sus conciertos posteriores, a esta la sigue la hermosa balada "You Take My Breath Away", en donde un pletórico Freddie Mercury representa una de sus interpretaciones musicales mas extraordinarias.
"Long Way", es un corte que podríamos considerar una especie de contraste al tema "39" del álbum anterior, o la epopeya "The Millionaire Waltz", que sigue la misma línea que la inmortal y maravillosa "Bohemian Rhapsody", y que la convierten en el punto culminante de este trabajo.
La acústica "You And I", y sobre todo la omnipresente "Somebody To Love”, también representan a los Queen mas pomposos en su mayor apogeo con grandes armonías, unas guitarras complejas y un coro gospel sublime.
Para terminar el álbum nos encontramos con cuatro canciones que terminan de argumentar la calidad final de este sobresaliente disco como son la hard rock "White Man", la music hall "Good Old-Fashioned Lover Boy", la acaramelada "Drowse" y la extravagante "Teo Torriate (Let us Cling Together)”.