“Bitches Brew” fue uno de los primeros álbumes del genero del jazz rock en donde Miles Davis de manera diversificada utilizaría los instrumentos eléctricos y la configuración del ritmo y la cadencia del rock para crearlo.
Miles Davis ya había comenzado a encajar esos elementos eléctricos a su música en su álbum anterior “In A Silent Way” de un año antes, por lo que sus ansias de explorar ese terreno ya no era novedoso para este genial trompetista.
En esta ocasión Davis utilizaría una banda casi totalmente eléctrica, empezando por los pianistas Joe Zawinul, Chick Corea y Larry Young, el guitarrista John McLaughlin, los bajistas Dave Holland y Harvey Brooks, los baterías Lenny White y Jack DeJohnette o el saxofonista Wayne Shorter entre otros grandes músicos. A pesar de este descomunal ejercito de grandes talentos, “Bitches Brew” es un álbum de intrincada absorción musical, debido a su compleja estructura y la inusual sección rítmica, compuesta por varios bajistas, varios baterías y tres pianistas tocando al unísono, este hecho dificultaba la accesibilidad al oyente medio.
Sin embargo y a diferencia del mencionado y atmosférico “In A Silent Way”, aquí Miles Davis parece buscar mas la formula de la experimentación con sutiles ritmos funk y desarrollos vanguardistas. Aún así el el álbum es vibrante y piezas como “Pharoah´s Dance”, ”Sanctuary”, “Miles Runs The Voodoo Down” o “Spanish Key”, le dan mucho carácter a este trabajo tan esencial, en donde la emotiva trompeta de Miles Davis proporciona el protagonismo de manera perspicaz sin desmerecer el trabajo de los demás músicos involucrados, que muestran su enorme ingenio sin llegar al abuso individual. Sin duda toda una obra maestra del jazz y uno de los 500 mejores álbumes de la historia de la música.