jueves, 12 de noviembre de 2020

Jean-Luc Ponty-Cosmic Messenger (1978)

El violinista francés Jean-Luc Ponty ocupa un puesto único como músico en la historia del rock; el encontró el lugar preciso del violín en este genero, un lugar que no existía hasta su llegada. El violín, instrumento clásico por excelencia, tiene su historia en la música clásica, en la música popular, en el folk, en el blues y en el jazz, pero no lo tenia en el rock, que siempre prefirió instrumentos mas agresivos y propensos a un uso rítmico y muy definido. Ponty logro hacer entrar el violín eléctrico en el rock como instrumento solista en un momento histórico, a mediados de la década de los sesenta, cuando el rock estaba pasando por una importante fase creativa.
Su carrera se remonta a principios de los 60 cuando entraría en contacto con grandes como Stephane Grapelli o Sven Asmussen, con quienes grabaría "Violin Summit", tiempo después publicaría su primer álbum en solitario "Sunday Walk", acompañado por la flor y nata del jazz europeo.
A continuación se traslado a los Estados Unidos donde colaboraría con George Duke en los álbumes “Electric Connection, Experience” y “Live in Los Angeles”.
Mas tarde y después de conocer a Frank Zappa, participaría en sus álbumes "Hot Rats" y "King Kong", este ultimo un álbum con composiciones del propio Zappa e interpretado por Ponty.
En 1974 y 1975 participaría como miembro de la Mahavishnu Orchestra de John McLaughlin en los míticos álbumes "Apocalypse" y "Visions of the Emerald Beyond".
Durante todos estos años Jean-Luc Ponty colaboraría en álbumes de Elton John (Honky Chateau), Frank Zappa (Over-Nite Sensation) o Chick Corea (My Spanish Heart) entre otros.
Sin embargo no descuida su carrera en solitario y a partir de la mitad de la década de los 70, Ponty lograría una serie de álbumes inmejorables colocándose en la vanguardia del jazz rock: "Mystical Adventures", "Aurora", "Imaginary Voyage", "Enigmatic Ocean" o "Cosmic Messenger", en donde hay fantásticos ejercicios de soberbio jazz rock progresivo como "Egocentric Molecules", "Mirage", "Between You and Me" o "Once Upon a Dream", todos ellos de enorme complejidad compositiva e instrumental.