domingo, 5 de julio de 2009

Camel-Harbour Of Tears (1996)

Con su duodécimo álbum, “Harbour Of Tears”, Camel (en consecuencia su líder Andy Latimer) continuaría su empeño en crear obras conceptuales, esta vez enfocado en las experiencias de los inmigrantes irlandeses hacia Norteamérica a mediados del siglo diecinueve, en aquel oscuro periodo conocido como “La gran hambruna”. Siguiendo el hilo conductor de la historia enfocada en una familia irlandesa, el titulo del álbum hace referencia al puerto de aguas profundas enclavado en la ciudad de Cobh, en la costa sur de Irlanda. Mientras que prácticamente todas las letras del álbum fueron escritas por Susan Hoover, la esposa de Latimer, inspirándose en las experiencias de sus antepasados, un dato que aporta un añadido emocional a la obra, la música esta claramente influenciada por el folk irlandés y los sonidos celtas, que mezclados con el estilo inconfundible del rock progresivo de la banda, crea unas atmósferas hipnóticas y emocionales. La banda que grabaría esta obra estaba compuesta además de Andy Latimer (guitarras, voces, flautas y teclados), por Colin Bass( bajo), David Patton (bajo), Mae MacKenna (voces), John Xepoleas (batería) y los instrumentistas de cuerda y vientos, Anita Stoneham, Karen Bentley, Barry Phillips, John Burton y Neil Panton. Los tapices celtas impregnan la mayoría de los surcos del álbum, desde la inicial "Irish Air", hasta la emotiva "Harbours of Tears", pasando por la idílica "Eyes of Ireland", la nostálgica "End of the Day" o la preciosista "Running From Paradise". En el plano mas progresivo están la vibrante "Send Home The Slates", la compleja "Watching The Bobbins", la orquestal "Coming Of Age" o la extraordinaria y exuberante "The Hour Candle (A Song For My Father)". Con "Harbours Of Tears", Camel no solo rinde homenaje a una parte fundamental de la historia de la humanidad, si no también reivindica la capacidad del ser humano aguantar frente a las enormes dificultades que se le presenta, un contundente recordatorio el cual nos dice que en los momentos mas terribles, siempre hay un mínimo de esperanza para volver a vivir tiempos mejores.