lunes, 14 de marzo de 2011

Johnny Winter


Johnny Winter es el clásico prototipo de guitar héroe, estrella del blues-rock, pero también un estilista original e incomparable en la línea de los grandes guitarristas del hard rock y el blues con un sonido definitivamente negro.
Algunos detalles de su niñez le presentan con un cariz determinante y revelador. Nacido un 23 de febrero de 1944 en la localidad tejana de Beaumont, el pequeño albino viene al mundo en el seno de una familia predispuesta hacia la música y en una zona limítrofe con el norte de Luisiana, especialmente fecunda en la tradición afroamericana. Así a los cinco años Johnny aprende a tocar el clarinete; a los ocho se inicia en el banjo y el ukelele; dos años mas tarde empieza a tocar la guitarra e interviene en concursos y programas de televisión locales, hasta que en 1958, organiza su primer grupo, Johnny and the Jammers.
A través de las emisoras de radio negras y de las actuaciones en los clubes de la zona, Winter asimila con precocidad los sonidos del blues y el rhythm and blues y, más significativamente establece fructíferos contactos con intérpretes como Clarence Garlow y Lazy Lester.
Cuando su nombre saltó, súbita y espectacularmente, Johnny Winter llevaba 10 años actuando en locales modestos, y había grabado más de 15 singles y un álbum, “The progressive blues experiment”, que no vería la luz hasta años después cuando empezó a tener éxito.
Un artículo publicado en 1968 en la revista Rolling Stone, lo descubre y Winter se encuentra de la noche a la mañana, gracias de las habilidades mercantiles de su representante, convertido en superestrella del blues. Con su trío (Uncle John Turner, a la batería, y Tommy Shannon, al bajo), se embarca en constantes giras y actuaciones en grandes escenarios, y graba sus dos primeros álbumes para la CBS, “Johnny Winter” (1969) y “Second Winter” (1970). La popularidad llegaría en el ámbito del hard rock, con una nueva banda compuesta por antiguos miembros de los McCoys. Interpretando piezas de Bob Dylan y los Rolling Stones junto a temas propios y composiciones del segundo guitarrista, Rick Derringer, publica los siguientes álbumes “Johnny Winter And” y “Johnny Winter And Live”. El albino paga de inmediato el precio del éxito y sus excesos  desembocan en nueve meses de desintoxicación en un hospital de Nueva Orleans (1972).
Después en medio de su curación a la adicción a las drogas, publica mediocres trabajos enfocados al rock que sin embargo le mantiene en una privilegiada posición dentro del circuito rock mundial, discos como “Still alive and Well” (1973), “Saints & Sinners” (1974), “Thunderhead” (1975) o el fabuloso directo “Captured Live” (1976).
El retorno al blues ocurre en 1977. La amistad con Muddy Waters (a quien produce cuatro elepés donde también interviene como guitarrista), no solamente proporciona memorables grabaciones (los tres primeros reciben premios Grammy), sino que también devuelve al tejano al terreno que le pertenece.
Esos trabajos eran “Nothin´but the Blues” (1977), “White Hot and Blue” (1978) y “Raisin Cain” (1980)
En 1984, Winter encuentra su lugar en un sello independiente de Chicago que trabajaba hasta entonces exclusivamente con artistas negros: Alligator. Sus nuevas grabaciones no desmerecen de anteriores trabajos y así poco a poco va publicando buenos trabajos como “Guitar Slinger” (1984), “Third Degree” (1986), “The Winter of 88” (1988) o “Let me In” (1991).
A mediado de 1992 publicaría el excelente “Hey, Where your Brother” y a finales de ese mismo año “Scorchin´Blues”.
Ya a finales de los noventa se editaba el directo “Live in NYC´97”, álbum que recogía una selección de temas interpretados en los últimos cinco años de gira.
No seria hasta el año 2004 cuando volvería a grabar un nuevo álbum titulado “I´am a Bluesman”, que recibiría grandes elogios por la prensa y una gran aceptación por el público.
A finales del 2009 se publicarían dos estupendos recopilatorios titulados “The Johnny Winter Anthology” y “The Woodstock Experience”.
Estos últimos años Winter aquejado de la enfermedad llamada Síndrome Túnel Carpiano se ha visto obligado a actuar sentado por problemas en su cadera, pero que no le ha impedido seguir tocando por todo el mundo, dejando constancia de su gran talento y su enorme don con las seis cuerdas.

miércoles, 2 de marzo de 2011

King Crimson



Con mas de cincuenta años de carrera, King Crimson es una de las bandas más longevas e influyentes de la historia de la música y uno de los más importantes representantes del rock progresivo, además de que entre sus filas han pasado algunos de los mejores músicos de toda la historia de la música rock.
Los orígenes de King Crimson datan de mediados de 1967 cuando el excéntrico guitarrista Robert Fripp se unió a Mike y Peter Giles formando el trio Giles, Giles and Fripp que tras haber grabado sin éxito el álbum “The Cheerful insanity of Giles, Giles and Fripp”, decidió fundar su propia banda en la cual tomaría las riendas y el liderazgo absoluto para plasmar sus ideas musicales sin oposición ni intromisión alguna por parte de sus compañeros.
Y así nació King Crimson, sin duda un caso insólito dentro de la historia del rock progresivo europeo y lo es debido a su música, tormentosa e inclasificable, que incluso hoy en día, goza de una grandísima credibilidad y una aceptación fuera de toda duda, y a su leyenda errática, cúmulo de aventuras y desventuras casi épicas, marcada por la conflictiva y carismática personalidad de su líder, pero también por la rara unanimidad del público y la crítica a la hora de enjuiciar el movimiento sinfónico, apartando a King Crimson del resto de sus congéneres (E. L. & P., Genesis, Procol Harum, o Yes), ellos fueron prácticamente defenestrados, y entronizándolos como a un verdadero rey. Sólo que, en realidad, el Rey Carmesí era una máscara detrás de la cual se escondía el genio visionario de uno de los músicos más inquietos y excéntricos de las cinco décadas, un chamán autocrático de nombre Robert Fripp.
Guitarrista excepcional, Robert Fripp no había tenido éxito en sus primeras experiencias artísticas, ni cuando a los 17 años formó The League of Gentlemen, ni con The Creamation, ni acompañando a los discretísimos Salena Jones y Norman Vaugham, aparte del mencionado experimento junto a los hermanos Giles.
Aunque el nacimiento oficial de King Crimson como grupo, con Fripp, Mike
Giles, Greg Lake y Ian McDonald, está fechado el 13 de enero de 1969, no fue hasta su aparición en el célebre concierto-homenaje de los Rolling Stones a su ex compañero Brian Jones (Londres, Hyde Park, 5 de julio de 1969), cuando se dio a conocer públicamente, dejando boquiabiertos a propios y extraños con su sonido denso y técnicamente brillante.
El primer album del grupo, “In the court of the Crimson King” (1969), supuso una auténtica revolución en el mundo del rock; “una extraña obra maestra” (como llego a decir Peter Townsend), con una calidad fuera de lugar, intensa, dramática y poética. Los textos de las canciones, escritos por Peter Sinfield, eran oscuros y barrocos, y creaban, en unión perfecta con una música violenta y extrañamente frágil, un mundo lleno de dolor, pero armonioso e incluso romántico.  Y con el éxito inesperado, llegaron los primeros cambios en el seno del grupo, convirtiéndolo en el dúo Fripp-Sinfield, un tándem creativo insuperable. Arropados por una serie de músicos de indiscutible valía; Mel Collins, Keith Tippett, Gordon Haskell, o Andy McCullogh. Fripp y Sinfield lograron profundizar aún más si cabe las ideas expuestas en el extraordinario primer álbum del grupo, publicando posteriormente “In the wake of Poseidon” (1970), una pálida imitación del disco anterior que se acerca ligeramente hacia terrenos jazzisticos, sin embargo a pesar del montón de repeticiones en los esquemas musicales, tenia el mérito de descubrir dos nuevos talentos, por un lado un a Mel Collins pletórico y por otro a un impresionante Keith Tippett.
Ese mismo año el grupo se descolgaría con otro nuevo trabajo “Lizard”, un album en donde las influencias jazz se hacen mas patentes, estas dos obras consideradas como menores en su momento, con el paso de los años han ido adquiriendo una importancia singular dentro del rock progresivo (sobre todo, “Lizard”, uno de los momentos cumbres de la fusión del rock y el jazz de vanguardia).
La culminación del estilo Crimson llegó con “Islands” (1971), su obra más homogénea y cuidada, que sin embargo sorprendería por su la variedad de influencias que lo caracterizaban, ya que tales contrastes solo podían perjudicar las ventas del álbum, trabajo por otra parte que marcaría el final de una época brillante, pero dubitativa, y también de la asociación Fripp-Sinfield. Dado el agudo egocentrismo de Fripp y la progresiva osadía de sus conceptos musicales, esa ruptura era algo inevitable, por cuanto suponía una liberación total de la música que ya nunca más llegaría a estar hermanada con la poesía, convirtiéndose ésta (o mejor dicho, la voz humana), en un instrumento musical más al servicio de las ideas de Robert Fripp.
Fripp terminaría por despedir a Sinfield por que sus textos y su comportamiento eran cada vez más incompatibles con la imagen del grupo, que había tomado un camino mucho más duro y enérgico.
El nuevo King Crimson, formado en mayo de 1972 con Robert Fripp, el bajista
John Wetton (ex Family) y el batería Bill Brufford (ex Yes) como formación básica, sería al mismo tiempo la única que podía ser considerada como un grupo verdadero, tanto por la afinidad de ideas de los tres músicos como por su compenetración natural. El nuevo álbum del grupo, “Lark´s Tongues in Aspic” (antes, en 1972, se había publicado “Earthbound”, grabado en directo en el transcurso de la gira americana de la formación precedente), contenía una música mucho más estirada y cáustica que la de los discos anteriores, sin la más mínima concesión a la galería, con un Fripp memorable y que tendría su continuación en “Starless and Bible black” (1974), trabajo que consolido al grupo con una atmósfera casi mágica y unos textos casi surrealistas, “Red” (1974) conseguía estar al mismo nivel los álbumes anteriores y “USA” (1975), seria el documento final de la reciente gira americana.
Estos últimos tres álbumes eran excepcionales, bastante duros, donde la leyenda paranoica del grupo cobraría las dimensiones de una realidad manifiesta, Después de la ruptura del grupo (finales de 1974), se abriría un larguísimo compás de espera, de más de seis años de sequía discográfica.
Como colofón al anunciado fin de la banda se publico el doble álbum recopilatorio “The young person´s guide to King Crimson”, una antología diseñada expresamente por el propio Robert Fripp.
A partir de aquí cada uno de sus miembros se embarcó en proyectos personales o se incorporarían a otras formaciones como es el caso de Wetton que recabaría en Roxy Music antes de pasar por Uriah Heep, Wishbone Ash, U.K. o Asia.
Fripp, por su parte un personaje conflictivo y diríase incluso lunático, siempre estuvo por delante de su tiempo y época y de los estilos concretos e igualmente era un personaje inquieto.
Sus primeras experiencias fuera del seno de Crimson, fue arrancando en “Centipede” de Keith Tippett, y continuando con sus trabajos en solitario “No pussyfooting” (1973) y “Evening star” (1975), este ultimo con con Brian Eno, y que no fueron sino un clarificador preámbulo de lo que años más tarde sería una ambiciosa cúatrilogía de marcado carácter personal formada por “Exposure” (1978), “God save the Queen / Under heavy manners” (1979), “The league of gentlemen” (1980), con Sara Lee al bajo, Barry Andrews a los teclados y Johnny Toobad a la batería y “Let the powerfall” (1981), que no sólo supo resumir los puntos más significativos de la era King Crimson, sino que recogió también las diversas influencias foráneas (producto de las colaboraciones de Fripp, como músico y como productor, con gente tan dispar como Blondie, David Bowie, Peter Gabriel, Daryl Hall, Andy Summers, Talking Heads, Van der Graaf Generator o XTC), que de una manera u otra marcaron toda la música pop de los años ochenta.
Seria en 1981 cuando surgiría la una nueva reaparición del rey Carmesi, con Robert Fripp a las guitarras y otros instrumentos, Adrian Belew a la guitarra y como voz solista, Tony Levin al bajo y Bill Brufford a la batería, que se vería coronada con tres álbumes muy interesantes; “Discipline” (1981), en donde mostraba un sonido mas fresco y dinámico, “Beat” (1982), que supuso un experimento más complejo con una amalgama de sonidos polirritmicos con varia referencias a los primeros Crimson, y “Three of a perfect pair” (1984), quizás el trabajo del grupo mas esquizofrénico con varias partes bien diferenciadas, una crudamente hermética y otra mas accesible.
Estos tres últimos trabajos si bien no suponían ningún paso hacia adelante en la trayectoria profética del Rey Carmesí, sí constituían un complemento a la prolifera carrera en solitario de Robert Fripp, cuya influencia sobre los músicos de los últimos 15 años ha sido reconocida ampliamente, tanto por héroes del punk como por creadores vanguardistas del rock.
Después de algunos años de silencio Fripp reuniría a una nueva banda a mediados de los 90, esta vez además de Belew, Bruford y Levin, llama al bajista Trey Gunn y al batería Pat Mastelotto, formación que graba el álbum “Vroom” (1994) y un año después el poderoso “Thrak”.
Este mismo año se publicaría el directo “B´Boom” y un año después llegaría el complejo “Thrakattak”.
A partir de aquí los álbumes en vivo y de experimentación se van sucediendo “Epitaph” (1998) un directo de la primera época del grupo, “The Night Watch” (1999)..etc
Ya en 1999, los seis integrantes actuales de la formación que desde 1997 se estaban reuniendo en cuatro subgrupos, todos ellos bastante experimentales, denominados Projekcts, grupos que básicamente se formaron para actuar en vivo, presentándose en tríos o cuartetos (por ejemplo: Projekct One: Robert Fripp, Trey Gunn, Tony Levin y Bill Bruford, Projekct Two: Robert Fripp, Trey Gunn, Adrian Belew), posteriormente se concretó con la edición de “The Projekcts: The Deception Of The Thrush”, un resumen de estas presentaciones y “The Projekcts Box”, que consiste en una caja con 4 cds, cada uno con uno los cuatro distintos proyectos. Ese año, volviendo a las composiciones con formato de King Crimson se reencarna, esta vez con Fripp, Belew, Gunn y Mastelotto para editar el gran álbum "The Construkction Of Light", que además de las destacadas, perpetúa su tradición histórica con la versión de "Lark´s Tongues In Aspic" y la segunda de "Frakctured". Hasta el día de hoy King Crimson esta rodeado de aura artística en la que Fripp tiene cierto control para poder conseguir cuando quiere a importantes socios que suceden ser los mejores músicos del circuito, que como hippies sólo piden para practicar su arte y vivir decentemente.
Durante el 2001 la banda se ha mantenido en constantes giras, destacando las efectuada en agosto con la agrupación de metal alternativo Tool y en diciembre, con el bajista de Led Zeppelin, John Paul Jones. Además a fines de ese año editaron el disco en vivo "Vrooom Vrooom".
Tras de algunos problemas económicos, el sello Discipline Global Mobile es el que actualmente administra exclusivamente todo el material de King Crimson, editando numerosos álbumes en vivo y colecciones de su discografía. Para el 2002 apareció el EP "Happy With What You Have to Be Happy With", que antecedió al lanzamiento en 2003 de "The Power to Believe", el último álbum de estudio hasta el momento de King Crimson.
En noviembre del 2003 Trey Gunn anunció su salida del grupo. Por su parte, tanto Tony Levin como Robert Fripp han anunciado la reintegración de Levin como bajista de King Crimson. La actual alineación de King Crimson ha quedado constituida por Adrian Belew, Robert Fripp, Tony Levin y Pat Mastelotto.