Técnicamente hablando, muchos podrían argumentar que el rock progresivo empezó en 1967 con Cream y The Nice, es decir los grupos que reaccionaron en contra del pop simple y melódico de tres minutos de los The Beatles, Hollies, Kinks…etc. Pero una definición más estricta y exacta, una que considere la ambición y la pretensión, llevaría esa fecha de nacimiento hasta la opera rock “S.F. Sorrow” (1968) de los Pretty Things y la aún mas conocida “Tommy” de los The Who (1969), la primera y la más famosa de las óperas rock. Los inicios del rock progresivo estaban también visibles en “Odyssey & Oracle” (1968) de los Zombies, y en “Ogden's Nut Gone Flake” de los Small Faces (1968), los cuales eran álbumes conceptuales lanzados por miembros de la vieja guardia.
Muchas de estas bandas tenían sus raíces en la música blues. Pero, al igual que paso con el rock psicodélico, el rock progresivo era otro caso de la música rock siendo redefinida por el espíritu de la música jazz. La improvisación jugaba un rol menor en el rock progresivo (y así era, después de todo, esa era la línea divisoria entre el rock psicodélico y el rock progresivo), pero la construcción de canciones y especialmente las "suites", reflejaban los experimentos elaborados y adornados, y sobre todo orientados a hacerlo virtuoso y de forma relativamente libre de la música jazz post-bop. El rock progresivo tenía demasiada "estructura" relacionada con el free jazz, pero tenía la suficiente "libertad" para ser relacionada con el jazz progresivo inventado por Miles Davis y Charles Mingus, e incluso mucho antes, por Duke Ellington. El rock progresivo era el encuentro de dos mentes: La tradición europea de música clásica imponiendo orden en la tradición estadounidense de la música jazz.
Entre las bandas que nutrieron al rock progresivo de consistencia a través de las primeras etapas estaban Pink Floyd, Jeff Beck, Family, Jethro Tull, Emerson Lake and Palmer o Genesis, mientras que otras como King Crimson, Yes o Van Der Graaf Generator representaron al género en su ápice.
Un joven prodigio llamado Steve Winwood, quien ya había compuesto “Gimme Some Loving” para la Spencer Davis Group en 1966, todo un himno gospel febril, formó Traffic, el cual debutó con un álbum, quintaesencia de la psicodélica mas absoluta, “Mr Fantasy” (1967), pero pronto se convertiría en la fuerza principal en el estilo fusión que unía el folk, blues, soul y el jazz. Y aunque sus sesiones nunca fueron demasiado emocionantes (reminiscencias de la música lounge aunque en una forma inteligente), si definieron un tipo de contrapunto en base al timbre que básicamente cambió todo el concepto de la "sesión" (impresionista en vez de emocional) y se transformó en el equivalente en el rock de la música de cámara. “Dear Mr. Fantasy” (1967) y “John Barleycorn Must Die” (1970) fueron sus "frescos" más exitosos, pero fue la colaboración de Winwood con Eric Clapton en “Blind Faith” (1969), fue quizás lo mejor que el ex Traffic hiciera jamas.
Posiblemente uno de los guitarristas más influyentes en la historia de la música rock, haya sido Jeff Beck, el era el hombre quien como miembro de los Yardbirds, divulgó la ciencia de la distorsión y el feedback. El grupo que había formado junto con el pianista Nicky Hopkins, el bajista Ron Wood y el vocalista Rod Stewart grabaron “Truth” (1968), el cual virtualmente inventó el hard-rock un año antes que Led Zeppelin. Sin embargo, su obra maestra es probablemente la fusión jazz instrumental tour de force de “Blow By Blow” (1975).
Jethro Tull hizo una revisión a las tradiciones blues y folk británicas enfocadas en la voz y la flauta de Ian Anderson, quien era inspirado por juglares medievales y por el grande del jazz, Roland Kirk, crearon “Stand Up” (1969), el álbum que definió su folk-rock elegante, ecléctico y con toque de jazz, mientras “Aqualung” (1971), por otro lado, era indulgente en los riffs del hard-rock y ritmos ponderados, reinventando la banda en los mejores tiempos de Led Zeppelin.
Family probablemente produjo la mejor amalgama de blues-rock, rock psicodélico y rock progresivo de la epoca, abarcando tres eras fundamentales de la música británica. Con la jactancia de la voz gritona de Roger Chapman, uno de los mas grandes vocalistas del rock de todos los tiempos, y una sofisticada dinámica de guitarra, saxofón y violín, los Family tomaron del rhythm 'n' blues, el music-hall, la música clásica y el acid-rock de San Francisco, para el arreglo de su obra maestra, “Music In A Doll's House” (1968). La confluencia de disonancias, pasos raga, metales de soul, pasajes musicales a lo Jimi Hendrix y florecimientos orquestales crearon un carrusel de experimentos sonoros. Las canciones en “Family Entertainment” (1969), eran más cohesivas y mas hard rock. El modo, que había sido surrealista y pastoral, se convirtió en tenso y angustioso. Su sonido alcanzó el éxtasis barroco en “Fearless” (1971), ya con un nuevo bajista, John Wetton. “Bandstand” (1972) y “It's Only A Movie” (1973), fueron álbumes en cambio que se consolidaron sólidamente en el rock 'n' roll y el rhythm 'n' blues y apenas ya se relacionaba con el rock progresivo.
Genesis era una banda que se embarco en los arreglos cerebrales y dinámicos, sin duda la más teatral de todas las bandas del rock progresivo, ajustaban sus melodramas musicales con una coreografía centrada en el vocalista y frontman, Peter Gabriel. “Trespass” (1970) y “Nursery Crime” (1971) fueron los álbumes que codificaron su arte: música barroca intelectual que recordaba al repertorio de hadas madrinas y mitos, pero estirado en narrativas no-lineales y arreglados con la gracia y timbre de la música de cámara. Su punto de referencia era el poema sinfónico, el cual de hecho es el objetivo de suites colosales y épicas “Supper´s Ready” (1972) y “Firth Of Fifth” (1973). Genesis después se convirtió hacia la melodía con la ópera rock monumental, “The Lamb Lies Down On Broadway” (1974), el cual permanece como lo más representativo de su carrera. Pero también la marcha de su líder Peter Gabriel, es entonces cuando el bateria Phil Collins llevaría a la banda a la senda de éxitos comerciales con una música mucho mas pop pero igualmente sofisticada. Para ese entonces, Gabriel ya se había lanzado en su carrera solista con unos trabajos formidables.
Fue el lanzamiento de “In The Court Of The Crimson King” (1969), el álbum debut de King Crimson, el que proclamó el inicio de la época dorada del rock progresivo. El sonido magnilocuente y sinfónico del mellotron de Ian McDonald, los colocó en el movimiento neo-clásico de Nice, Moody Blues y Procol Harum, pero las armonías psicodélicas, las visiones medievales, la atmósfera gótica y el patetismo romántico de la canción que da nombre al álbum y “Epitaph” fueron los que definitivamente les pusieron aparte. Lo que el guitarrista Robert Fripp y el bajista Greg Lake escribieron fueron baladas majestuosas, no transcripciones de música clásica. “Moonchild” era un poema abstracto y futurista en el cual la melodía era menos importante que el panorama sonoro, y con la sesión violenta, sincopada y distorsionada de “21st Century Schizoid Man”, inventaron una nueva forma de colocar la neurosis en la música. “In The Wake Of Poseidon” (1970), exploró más adelante las mismas ideas, aumentando el grado de melodrama y la cantidad de efectos de sonido, y “Islands” (1971), fue el definitivo tour de force de la banda. King Crimson había volteado de cabeza al rock 'n' roll, repudiando la forma salvaje y manteniendo el contenido emocional al mismo tiempo. Cuando el bateria de Yes, Bill Bruford, y el bajista de Family, John Wetton, se unieron a Fripp para una nueva y más orientada versión jazz de la banda, el sonido viró hacia composiciones ásperas, estridentes y enrolladas tales como “Lark's Tongues In Aspic” (1973) y álbumes cerebrales, crípticos y virtuosos como “Red” (1974). La tercera epoca de King Crimson, con el guitarrista Adrian Belew y el bajista Tony Levin, el grupo adoptó una estancia aún más intelectual en albumes como “Discipline” (1981). Robert Fripp nunca dejó de grabar música estimulante. Entre ellas destacan dos colaboraciones con Brian Eno, los muy notables “No Pussyfooting” (1973) y “Evening Star” (1976), además de muchos álbumes solistas, como el genial “Exposure” (1979), un claro manifiesto de su "frippertronics", ademas de otras colaboraciones muy destacadas como con el guitarrista de The Police, Andy Summers, en el “Advance Masked” (1982), o una colaboración con David Sylvian, “The First Day” (1993), eran solo la punta del iceberg de sus muchas grabaciones.
Van Der Graaf Generator eran en muchas formas la banda más original del primer rock progresivo. Su sonido (ya de por sí único por ser conducidos por saxofones y teclados y no guitarras), no podía ser fácilmente relacionado con los arquetipos del folk, blues, rock o jazz, a pesar del hecho que contenía elementos de todos ellos. Su énfasis en composiciones extensas era sobre el patetismo y el melodrama, como en el caso de King Crimson, pero también en miedo y la vulnerabilidad. El grado de angustia era aumentado aún más por el pesimismo y claustrofóbicas letras de Peter Hammill, y por sus voces agonizantes. Las torturas psicológicas de “The Least We Can Do Is Wave To Each Other” (1970), los poemas conmovedores y litúrgicos de “H To He Who Am The Only One” (1970), y las visiones catastróficas, terribles y delirantes de “Pawn Hearts” (1971), combinaba el vacío existencial y la pesadilla gótica. Hammill y sus secuaces habían inventado una nueva forma de expresar la angustia adolescente que había sido el combustible emocional del rock 'n' roll desde sus inicios.
Yes fueron posiblemente los músicos más consumados de la generación del rock progresivo, fueron también lo último en grandilocuencia y exhibicionismo. Su sonido nació de la fusión del pop, rock, folk, jazz y música clásica. Ellos tomaron ideas de los Nice, de la música del renacimiento y barroca, de las armonías vocales de Crosby Stills & Nash, del funk-jazz después de Miles Davis, de las sesiones psicodélicas y de melodías antiguas. Si la fusión no era única, la compostura glacial si lo era: Los álbumes de Yes sonaban más como experimentos científicos que como música de disfrute. “The Yes Album” (1971), introdujo su esquizofrenia con temas como: “Yours Is No Disgrace” y “Starship Trooper” en donde buscaron la bravura instrumental laboriosa, mientras que “I've Seen All Good People” giraba alrededor de un estribillo pegajoso. Sus componentes, intérpretes virtuosos (particularmente el bateria Bill Bruford, el teclista Rick Wakeman y el guitarrista Steve Howe), alcanzaron un grado de equilibrio sublime en “Fragile” (1971), del cual “Roundabout”, “South Side Of The Sky” y “Heart Of The Sunrise”, fluían como mecanismos de relojería. El ápice de la contradicción aparente de Yes (un estilo que era frígido y romántico a la vez) se alcanzó en “Close To The Edge” (1972), del cual el tema que da titulo al album y “And I And You” eran fantasías complejas y densamente cromáticas, y con ello apareció la definición "art-rock". Por el otro lado, las cuatro suites monumentales de “Tales From Topographic Oceans” (1973), probaron que las composiciones extensas requieren mucho más que mero virtuosismo.
Pink Floyd desarrollaron un punto intermedio entre la sesión tonal de forma libre, el enloquecimiento ruidoso y cacofónico, y la canción melódica excéntrica. Ésta amalgama de ingredientes y su balance desesperado y nutrido por la locura gentil de Syd Barrett en sus primeros dos álbumes, los cuales permanecen como dos de sus obras maestras: “The Piper At The Gates Of Dawn” (1967), que incluyen los viajes pulsantes y visionarios de “Astronomy Domine” y “Interstellar Overdrive”, (el puente entre el space-rock y la música cósmica), y “A Saucerful Of Secrets” (1968), con que contiene el crescendo majestuoso e himno sin palabras del tema hononimo “A Saucerful Of Secrets” y la raga subliminal de “Set The Controls For The Heart Of The Sun”. El ambicioso “Ummagumma” (1969), un intento algo fallido en establecer sus credenciales como compositores vanguardias, y la suites epónima de “Atom Heart Mother” (1970), otro intento de unir una banda de rock y una orquesta sinfónica, marcaron el final de una fase épica (Barrett ya se había retirado). Para bien o para mal, Pink Floyd entendió los límites y las implicaciones del género, y siguieron reinventándose asimismos, lentamente transformando el rock psicodélico (unamos que originalmente nacida por los hippies que habían sido excluidos por las instituciones) en una música ligera para relajación y meditación (con la mirada en los yuppies quienes si estaban totalmente integrados en las instituciones). La otra mitad de “Atom Heart Mother”, ya hacía alusión a las preferencias de la banda por los temas lánguidos, melosos e hipnóticos, si bien saboteada por una orgía de efectos de sonidos. “Echoes”, la suite que ocupa la mitad de “Meddle” (1971), que esteriliza y anestesia el space-rock de “Interstellar Overdrive”, y hace énfasis no solo a los efectos sonido sino también a una meticulosa producción de estudio. Los Pink Floyd no dudaron en alterar la letra y el espíritu de la música psicodélica. Los sonidos delirantes y cacofónicos de sus inicios lentamente se transformaron en un sonido suave y lozano. Más que sólo endosar los estereotipos del easy-listening, los Pink Floyd inventaron una nueva clase de easy-listening con “Dark Side Of The Moon” (1973), “Wish You Were Here” (1975) y “Animals” (1977), sus siguientes obras maestras, donde el fondo y la forma era la condición humana llevada al teatro de la música como una especie de historia relatada. Un movimiento táctico que pronto se convirtió en un movimiento estratégico. Al final, los Pink Floyd reformaron la música psicodélica en un lenguaje universal, un lenguaje que ajustará tanto al punk como al soft-rock, en parte por los riff´s de su guitarra David Gilmour, justo como, casi al mismo tiempo, el jazz-rock estaba "vendiendo" la angustia de las personas afroamericanas a los conformistas blancos. El pesimismo existencial y la ansiedad histórica de Roger Waters se convirtieron en pilares para los melodramas de los últimos días de la banda, como “The Wall” (1979). Esos monolitos de sonidos electrónicos y acústicos, creados por el inmenso teclista Richard Wright junto con letras psicoanalíticas de Waters, se dan en una ceremonia funeral que acerca las formas del réquiem y el oratorio.
Nadie podría competir con los Pink Floyd, en términos tanto de logros artísticos como de influencia. Sin embargo, Tomorrow, protagonizando el bateria John "Twink" Alder y el futuro guitarrista de Yes, Steve Howe grabaron uno de los más excéntricos álbumes del estilo, “Tomorrow” (1968), y con “Hapshash & The Coloured Coat”, sin embargo lo hicieron aún mejor con “Featuring The Human Host And The Heavy Metal Kids” (1967).
Algunos de los músicos que trabajaron para John Mayall, como Dick Heckstall-Smith, generaron dos de las bandas más creativas del rock progresivo inicial. Una de ellas fue Colosseum que grabó “Valentyne Suite” (1969), cuyo tema que le da titulo al álbum, era una fantasmagoría canción de unas influencias de jazz, blues, música clásica y sonidos de hard-rock, brillantemente cromática y llena de lujo, una de las obras maestras del rock progresivo británico. Por otro Mark-Almond, dúo formado por los músicos, Jon Mark (guitarra) y Johnny Almond (vocales), se especializaron en suites de un tipo diferente, muy melodiosas y relajadas, centradas en melodías folk-jazz, abarcando lounge-music y easy-listening, tales como “The City” (1971), de su primer álbum, y “Sausalito Bay Suite” (1972), de su segundo álbum.
Un número determinado de bandas progresivas introdujeron música oriental en sus sonidos psicodélicos y progresivos. Por ejemplo, East Of Eden, con “Mercator Projected” (1969), y Ian "Lemmy Kilmister" Willis' Sam Gopal, con “Escalator” (1969).
Sin embargo, ninguna banda alcanzó el grado de fusión étnica como los Third Ear Band lo alcanzaron en “Alchemy” (1969), uno de los álbumes que inventaron la "world-music". Un ensamble de cámara acústica de (esencialmente) tablas, oboe, viola y violonchelo, que ejecutaban música india, medieval, estadounidense nativa, gitana, del Medio Oriente, minimalista, jazz, clásica y folk, todo dentro de la misma canción. Las cuatro suites en su segundo álbum, “Third Ear Band” (1970), llevaron la idea aún más lejos: las fuentes étnicas ya no podían ser reconocidas, y la música fluye a como una corriente de conciencia, una experiencia espiritual, un soñar despierto. Fuera de contexto, la música "third ear" está más cercana a la meditación budista que a la composición occidental. La banda fue igualmente exitosa en “Macbeth” (1972), que agregaba sonidos eléctricos y electrónicos a su guiso étnico.
Alrededor de 1970, siguiendo el éxito de Black Sabbath, un número de bandas introdujeron temas y atmósferas góticas dentro de estructuras innovadoras: como High Tide con su segundo album “High Tide II” (1970, un clásico del rock gótico, una colección de bailes macabros llevados por el violín que enlazaban el acid-rock y el hard-rock; Black Widow con tambien su segundo trabajo “Sacrifice” (1970), los cuales unían la suite jazz y clásica de Colosseum con, otra vez, armonías góticas; Atomic Rooster y su “Death Walks Behind You” (1970) donde el poder espiritual gótico sobresalía de manera sublime, Spooky Tooth con “Ceremony” (1970), una especie de misa rock arreglada por el compositor de vanguardia Pierre Henry, un concepto audaz que mezclaba la estética del art-rock con las vibraciones del hard-rock; o “Quicksand Dream” (1973) del grupo Necromandus, un formación mucho mas oscura y siniestra que la anteriores.
El espíritu "progresivo" afectaba el renacimiento folk también. Después de todo, Pentangle ya había combinado el jazz y el folk, y la Incredible String Band ya habían fusionado el folk y el acid-rock. Otras bandas procedieron a preparar fusiones basadas en el folk. Mientras que ninguna banda tuvo la importancia que los anteriores, si algunos de sus álbumes sobresalen de manera muy interesante como “Fantasia Lindum” (1971) de Amazing Blondel, inspirado por baladas medievales y madrigales del renacimiento; “Dando Shaft” (1971) de Dando Shaft, el cual ofrecía quizás la fusión más competente folk-jazz; “St Radigunds” (1971) por Spirogyra, (no confundir con la banda norteamericana de fusión ) también inspirado por el folk y el jazz; “First Utterance” (1971) de la quizas primera banda folk y psicodélica, Comus y, el quizas el mejor de todos, “Grave New World” (1972) de la banda Strawbs, una misa psicodélica que mezcla la liturgia occidental y el raga indio, Thir Na Nog en cambio introducian elementos folk y exotismo oriental con la reindivicación hippie y lisérgica en “A Tear and a Smile” (1972) y Gryphon comulgaban con los aspectos medievales de la Inglaterra del siglo XV con un barroquismo impregnado de folk en “Gryphon” (1973).
Otras llegaron desde el movimiento Canterbury como Soft Machine, una de las bandas más grandes de rock de todos los tiempos, empezó con álbumes tales como “Volume Two” (1969) que estaban inspirados por el rock psicodélico con un toque de estética dadaísta (es decir sinsentido); pero, después de haber perdido a Daevid Allen y a Kevin Ayers, ellos viraron hacia una interpretación personal del jazz-rock de Miles Davis en “Three” (1970), su obra maestra y uno de los álbumes esenciales del jazz, rock y clásica de los 70 o Caravan, que practicaban una clase de jazz-rock más simple, ligera, melosa y pegajosa que la de Soft Machine. Su especialidad eran las fantasías melódicas que básicamente mejoraban las canciones de cuna tipo folk con ritmos de jazz y contrapuntos instrumentales intrincados: con ejemplos como “Can't Be Long Now”, del album “If I Could Do It All Over Again” (1969), o “Nine Feet Underground” (su obra maestra), que abarca medio album del “In The Land Of Grey And Pink”, por otra parte Dave Stewart y Steve Hillage empezaron otra dinastía dentro de la escuela de Canterbury cuando ellos formaron Egg, otra banda sobre expuesta que tocaba música sinsentido, temas como “La Symphony No.2”, del album “Egg” (1970), la fantasmagórica clásica-jazz-rock “Long Piece No.3” de su “The Polite Force” (1971), y las últimas sesiones en “The Civil Surface” (1974), tales como “Germ Patrol” y “Enneagram”, que empacaban suficientes ideas para que dos generaciones de músicos exploraran otros campos aun desconocidos, en cambio otro músico de la escuela como Kevin Ayers se convirtió en un cantautor lunático proyectando la persona de un dandi exótico y decadente en “Joy Of A Toy” (1969), una colección de tonadillas encantadoras, definió su mezcla indiferente de música de salón, canciones de cuna folklóricas, world-music y también música infantil. La melancolía existencial que de por sí poseía, le llevo a su álbum más excéntrico, “Shooting At The Moon” (1970), con el compositor y teclista de vanguardia David Bedford, el joven guitarrista adolescente Mike Oldfield y el saxofonista de jazz Lol Coxhill. Aquí Ayers encontró un equilibrio poco probable de sinsentido armónico y estribillos pegajosos, mientras que empapaba sus cuentos de hadas de surrealismo y expresionismo. La suite de 18 minutos dividida en cuatro partes “The Confessions of Doctor Dream” (1974) fue su trabajo más ambicioso y una completa pesadilla.
La escuela de Canterbury continuaron produciendo bandas, talentos y obras maestras a través de mediados de los 70. Richard Sinclair y Dave Stewart unieron fuerzas y formaron Hatfield & The North, cuyo primer álbum, “Hatfield And The North” (1974), fue un apéndice competente a Caravan. Entonces Dave Stewart y Alan Gowen formaron una banda más orientadas a los teclados, los National Health, que no tuvieron reparos en jugar con las disonancias, electrónica y el jazz-rock orquestal de Frank Zappa en los cuatro largos temas que componían su album “National Health” (1978) y en su obra maestra “Of Queues And Cures” (1978).
Cuando el niño prodigio Mike Oldfield grabó “Tubular Bells” (1973), una suite de larga duración en un álbum de música instrumental, toda tocada por el mismo y pegando las partes de docenas de instrumentos, redefinió lo que el rock progresivo era. De hecho, la definición "rock progresivo" se convirtió en un término obsoleto para referirse a una música que cruzaba todas las fronteras estilísticas. Las aventuras subsecuentes de Oldfield en la suite, comenzando por “Hergest Ridge” (1974), nunca repitieron el milagro de su primer trabajo, a pesar del hecho de que “Ommadawn” (1975) e “Incantations” (1978) estaban construidas en cimientos más y más ambiciosos aparte de que Oldfield eventualmente le restaría valor al formato en favor de la canción soft-rock & pop, particularmente con “Moonlight Shadow” en 1982.
Otros como Robert Wyatt expandió en las intuiciones de su “The Moon In June· de su primer álbum como solista, “The End Of An Ear” (1970). El inventó un nuevo tipo de lenguaje, con inclinación tanto a la tradición (pop, soul, folk, jazz) como a la vanguardia (minimalista, electrónica), tanto personal como público. La misma sesión de temas privados y públicos, pero con un énfasis en su persona pública (y comunista), que caracteriza los dos álbumes de Matching Mole, “Matching Mole” (1972) y “Little Red Record” (1972), los cuales son claros ejemplos de música cerebral, y de protesta que, de hecho es conmovedora, además de establecerse entre las más intensas grabaciones de cualquier cuarteto de jazz-rock. Su vida privada hizo erupción en “Rock Bottom” (1974), una de las obras maestras supremas de la música rock, una auténtica transfiguración de tanto el rock como el jazz. Sus piezas abarcan la frontera imposible entre un himno religioso y las canciones de cuna infantiles. A lo largo de esa línea imaginaria, Wyatt esculpió una zanja profunda de torrente emocional, donde la felicidad, la tristeza, la fe y la resignación encontraron una unidad metafísica. La sorprendente originalidad de esa obra maestra, y su bien elaborado flujo de conciencia, nunca fueron alcanzados por los lanzamientos posteriores de Wyatt. El último trabajo significante de su carrera fue “Animals Film” (1982). Wyatt preparó una de las músicas más conmovedoras de todos los tiempos y una de las obras maestras del siglo. El fue bendecido por ser tanto un baterista dotado, heredero de las tradiciones del rock progresivo y del jazz-rock, y un vocalista innovador único, con su llanto falsete, vagamente derivado de la forma de cantar sin palabras del jazz, que mezclaba el soul, el budismo y la psicodélia.
Las bandas progresivas se habían multiplicado en la Gran Bretaña durante principios de los 70, pero sus álbumes tenían tendencia de reciclar las ideas una y otra vez, y frecuentemente con ostentación injustificada. Sin embargo, se podían encontrar verdaderas joyas: como el sonido barroco en “Quatermass” (1970) de Quatermass ; “Galactic Zoo Dossier” (1971) de Kingdom Come, (tampoco confundir con la banda de los ochenta de hard-rock), una mezcla extraña de teclados electrónicos, rhythm ’n’ blues y payasadas en el escenario de su líder Arthur Brown; “Phantasmagoria” (1972) de Curved Air, cuyos arreglos barrocos eran agraciados por el violín de Darryl Way, y los sintetizadores de Francis Monkman adornados con voces femeninas sensuales; “Argus” (1972) de Wishbone Ash , cuyas sesiones energéticas eran propulsadas por un ataque doble de guitarras a medio camino entre el blues y rock progresivo con aires místicos y de ciencia ficción.
El trío de bajo, batería y saxofón Back Door, dirigidos por el bajista Colin Hodgkinson, fue uno de las más originales formaciones de jazz-rock instrumental. Su album “Back Door” (1972) fue indulgente en sesiones breves, agitadas e instrumentales en el borde entre el jazz, funk, soul, blues y hard-rock.
También originales eran: las suites en cuatro movimientos de Jody Grind con “One Step On” (1969); el concepto de su excepción de Julian's Treatment con “A Time Before This” (1970); Titus Groan con su album “Titus Groan” (1970), la suite “Hall Of Bright Carvings” perteneciente al album “Ben” (1971) del grupo Ben, conteniendo cuatro sesiones jazz-rock; con el místico “Three Parts To My Soul de Dr Z” (1971); “Speech” (1972) de Steamhammer, con la suite “Penumbra”; la ópera electrónica jazz-rock improvisada “Journey To The Center Of The Eye” de Nektar (1972) o su suite melódica “Remember the Future” (1974), entre otras muchas mas.
Otra interesante banda fueron Jade Warrior que empezó siendo como una copia de King Crimson de segunda fila, distinguiéndose a sí mismos solo con el énfasis místico y étnico de “Last Autumn's Dream” (1972), pero posteriormente desarrollaron un sonido que no era narrativa sino pictórico por naturaleza, mientras que adoptaron los teclados electrónicos y enfocándose en el jazz-rock como su principal inspiración. Mas adelante en trabajos como “Waves” (1975) y “Kites” (1976), las suites continuas donde empleaban muchos instrumentos y muchos estilos, llevaron al rock progresivo a su cúspide formal. En “Way Of The Sun” (1978), su estilo era de hecho un nuevo género: música new-age hiper-arreglada. Más adelante la banda se convertiría a la música cósmica con la fría imaginería sonora de “Images Of Dune” (1984) y las “Three Suites Celestial 1985”, editadas en “At Peace”.
Quizás la banda más audaz (o por lo menos, la más cerebral) de fusión del jazz, el rock y la música clásica, fueron Gentle Giant, particularmente en “Three Friends” (1972) y en “In A Glass House” (1973).
Por otro lado Emerson Lake & Palmer, fue la primera superbanda de rock progresivo, formados por el teclista original de Nice, Keith Emerson, el bajista original de King Crimson, Greg Lake, y el bateria original de Atomic Rooster, Carl Palmer, los cuales llevaron al rock progresivo hacia excesos técnicos que, básicamente, desintegraron cualquier mérito que la fusión jazz-clásica tenía. Este arte ofuscado funcionó muy bien con el album conceptual futurista y mitológico “Tarkus” (1971), aunque su pico tecnológico era quizás “Brain Salad Surgery” (1973). Su música, aún más pretenciosa y grandilocuente, estaba fundada en un malentendido fundamental de lo que significaba ser "virtuoso".
Posteriormente el ego de sus miembros les llevo a crear el ambicioso “Works” para sus satisfacciones personales.
Otras bandas nunca fueron apreciadas mayoritariamente por el publico del rock progresivo, una de esas historias fueron los primeros tres álbumes grabados por Roxy Music que revolucionaron el rock progresivo y prepararon el camino para el new wave y el synth-pop. Con influencias de Pink Floyd con su panorama sonoro surrealista, de Soft Machine y su jazz-rock, de Traffic y sus sesiones armoniosas, de unos Cream virtuosos, de Led Zeppelin por la fuerza y el frenesí, de King Crimson donde copiaron su énfasis y patetismo y la vanguardia minimalista y cacofónica de su propia cosecha se unieron en los bacanales inventivos de su álbum debut, “Roxy Music” (1972), el cual incluye el himno futurista “Virginia Plain” y muchas piezas de avant-rock alimentadas sobre todo por la electrónica y genialidad de Brian Eno. El canturreo vigoroso de Bryan Ferry se elevaba sin restricciones en “For Your Pleasure” (1973), que contiene la hipnótica bailable “Bogus Man” y alcanzaba una calidad efusivamente emocional en “Stranded” (1973), cuyas baladas “Mother Of Pearl” y “A Song For Europe”, mezclaban los temas de la decadencia y el existencialismo europeo con arreglos lujosos y producción de primer nivel en “Love Is The Drug” (1975) y sus álbumes sucesivos simplemente venderían la idea de discos mas pop.
El contagio del rock progresivo se extendió a la Europa continental: el rock progresivo claramente apelaba más a la audiencia "intelectual" de Europa más que lo que rock 'n' roll llego hacer. El primer grupo de rock progresivo de Suecia fue Samla Mammas Manna , el cual debutó con “Samla Mammas Manna” (1971). Algarnas Tradgard preparó las enigmáticas y extrañas suites orquestradas de “Framtiden Ar Ett Svavande Skepp Forankrat I Forntiden” (1972), una mezcla de sesiones de rock progresivo, enloquecimiento psicodélico y música de cámara exótica.
La banda de psicodélica y rock progresivo más famosa de Holanda eran Focus, cuyo “Moving Waves” (1972) contiene la vertiginosa “Hocus Pocus” y la sesión colosal “Eruption”, su equivalente al “Valentyne Suite” de Colosseum. Pero la canción más excitante que emergiera de la escena próspera de Holanda fue “Venus” de Shocking Blue (1969), lejos del progresismo, fue una canción delirante y sexy que sonaba a los ritmos febriles de los Creedence Clearwater Revival.
Pero fue Italia la que incubó una de las escuelas más prolíficas del rock progresivo. Italia no tenía alguna tradición principal de rock. La escuela progresiva fue una consecuencia inesperada de dos fenómenos: el auge de los músicos educados clásicamente y los disturbios estudiantiles del 1968. En 1969, Italia estaba inundada de jóvenes eruditos musicales que querían cambiar el mundo. Ellos se identificaban con la ideología de los hippies, pero retenían el lenguaje de Vivaldi. El rock progresivo nació de esta contradicción. Existen álbumes y grupos notables como: la sinfonía “Concerto Grosso #1” de New Trolls (1971), “Storia di un Minuto” de Premiata Forneria Marconi (1972), el concepto apocalíptico “Ys” de Il Balletto di Bronzo (1972), básicamente el producto intelectual del teclista Gianni Leone, “Passio Secundum Mattheum” de Latte E Miele (1972), “Darwin” de Banco del Mutuo Soccorso (1972), o el psicodrama “Concerto Delle Menti” de Pholas Dactylus' (1973), Un subgénero del rock progresivo italiano era el jazz-rock italiano, bien representado por álbumes tales como la pesadilla jazz-rock “Palepoli” de Osanna (1973), el ejercicio de jazz-rock de cámara “Tilt” de Arti & Mestieri (1974), y “Genealogia” de Perigeo (1974). Por otro lado “Aktuala” de Walter Maioli (1973) agregó sabores étnicos a las improvisaciones del jazz .
Pero la más grande banda del jazz-rock era Area, lidereada por el vocalista Demetrio Stratos, uno de los cantantes más originales de su época, cuyo “Arbeit Macht Frei” (1973) unió letras de protesta, sesiones de jazz-rock, electrónica cruda, escalas del medio oriente, el gorjeo psicópata de Stratos.
El panorama francés del rock sinfónico al mas puro estilo británico era menos vital que el italiano, pero un manojo de grupos desarrollaron nuevos subgéneros.
Magma de Christian Vander debutó con su concepto de ciencia ficción en el ambicioso e ingenuo “Magma” (1970), tomando ideas del free-jazz y perfeccionándolo en su primer obra maestra, “Mekanik Destruktiw Kommandoh” (1973), una ópera rock ecléctica e idiosincrásica que abarca una sorprendente variedad de estilos, desde Verdi hasta Frank Zappa. “Kohntarkosz” (1974) fue su mayor trabajo musical, inspirado principalmente por el jazz-rock de la Mahavishnu Orchestra; y “Udu Wudu” (1976) fue más un desliz electrónico.
Red Noise escribió “Sarcelles-Locheres” (1971), destacando la suite instrumental de 19 minutos “Sarcelles C'est L'Avenir”, una ridícula combinación de demencia de los Fugs, el pop ruidos y satírico de Frank Zappa y jazz-rock de Soft Machine.
Vangelis dirigía Aphrodite's Child, un grupo de músicos griegos residiendo en Francia, cuyo póstumo “666” (1970) es una colección única de enfrentamientos mágicos, invocaciones satánicas y sesiones psicodélicas. Vangelis persiguió una carrera de suites instrumentales, majestuosas, melodramáticas (y cada vez más electrónicas), cuyo arquetipo fue “L'Apocalypse Des Animaux” (1973) y “Heaven And Hell” (1975). Especializándose en apoteosis orquestales, Vangelis sería celebre mas tarde gracias a sus bandas sonoras para películas. Uno de los pioneros y estrellas de la música new-age, regresaría con piezas más ambiciosas con “Invisible Connections” (1985) y “The Mask” (1985).
En los Estados Unidos, un ímpetu tremendo al rock progresivo llego con “Bitches Brew” de Miles Davis (1969), un álbum que combinaba ritmos de soul e instrumentos rock electrónicamente amplificados. “Uncle Meat” de Frank Zappa (1969) fue la respuesta más competente (e irreverente) del rock a Miles Davis. El arreglista de jazz Quincy Jones fue otro pionero del soft rock, combinando una sección de metales de jazz y ritmos de funk-rock en “Walking In Space” (1969).
Chicago fusionaron de forma explosiva los metales de jazz y la guitarra del rock'n'roll en “Chicago Transit Authority” (1969), “Chicago II” (1970) y “Chicago III” (1971), cada uno de ellos dobles albumes, caracterizado por una creatividad salvaje y a veces brutal, pero con melodías sofisticadas, emocionales y reindivicativas como a la Convención demócrata de 1968, para mas adelante ir por derroteros mas soft-rock
El gran rival de los anteriores, eran Blood Sweat & Tears, banda que fusionaba la base del blues con los típicos arreglos de jazz, considerada una superbanda, entre sus miembros se encontraban Al Kooper, Steve Katz o Randy Brecker.
Facturaron grandes albumes como “Child is Father to the Man” (1968) o “Blood Sweat & Tears” (1969), este ultimo, su opera prima donde el sonido Motown se fusionaba con el rock.
Ten Wheel Drive, formado por el vocalista Genya Ravan (una voz parecida a la de Janis Joplin), el teclista Mike Zager y el guitarrista Aram Schefrin, fueron uno de los primeros grupos de fusión jazz-rock con una sección de metales, debutando con “Construction #1” (1969).
Insect Trust intentaron una super-fusión de jazz, blues, country y acid-rock y las baladas sofisticadas de Blues Project con las sesiones demenciales de Captain Beefheart en “Insect Trust” (1968), y viró hacia el free-jazz en su segundo álbum, “Hoboken Saturday Night” (1970).
Gil Scott-Heron, un poeta y novelista quien transformó la música y precedió a la música rap con sus piezas habladas, buscó una fusión de jazz inspirada en Miles Davis, funk y rock (encima de sus letras de protesta inspiradas en Phil Ochs) en, por ejemplo, “Pieces Of A Man” (1971) y “The Bottle” (1973).
Dos bandas que conducidas por violinistas eran notables: fueron por un lado Flock, cuyo primer album “Flock” (1969) fue una de la sesiones más completas de la época, dirigidos por Jerry Goodman (quien después se uniría a la Mahavishnu Orchestra); y por otro It's A Beautiful Day, cuyo “It's A Beautiful Day” (1969) esparcía e impregnaba su acid-rock con perfumes exóticos.
Joy Of Cooking, una de las primeras bandas dirigidas por mujeres (las cantautoras Terry Garthwaite y Toni Brown) y una de las primeras en manejar los asuntos feministas dentro de la música popular, lanzaron tres álbumes deleitosos, “Joy Of Cooking” (1971), “Closer to the Ground” (1971) y “Castles” (1972), que experimentaban con estructuras elásticas de la canción sobre una infraestructura de fusión de folk-jazz-blues relajado.
Y así el llamado "rock progresivo" (básicamente, toda la música rock que no era principalmente melódica) llamó a incorporar los estilos inventados por el jazz y la vanguardia clásica en el formato de los ensambles rítmicos eléctricos y electrónicos (la banda de rock), un programa que inconscientemente llevaba hacia la música interdisciplinaria y total, una ambición claramente visible en los estilísticos pastiches de Frank Zappa.