Richard Wright fue fundamental para crear el sonido psicodélico pionero que convirtió a Pink Floyd en la mejor formación del mundo. Sus atmosféricos órganos y sintetizadores, cargados de influencias del jazz, estaban en el primer plano de los temas de la banda. Otras veces brindaban un trasfondo fantasioso en el que el resto del grupo se podía sumergir.
Wright estudiaba arquitectura en el "Regent Street Polythenic" de Londres cuando conoció a Nick Mason y Roger Waters. En 1965 formaron los Architechtural Abdabs y posteriormente se les unió el estudiante de Arte, Syd Barrett y fundaron Pink Floyd. Se dieron a conocer en la escena artística underground de Londres "tocando música que las compañías discográficas no podían entender", como más tarde lo señaló el propio Wright. "Nunca tuvimos el deseo de ser famosos, de ser estrellas de rock and roll", indicó. Según sus propias palabras, el estilo musical de grandes del jazz como Miles Davis fue lo que más influyó en su forma de tocar los teclados. Barrett fue la fuerza creativa que lideró al grupo en sus inicios, pero el consumo de drogas lo llevó a un deterioro mental. El resto de la banda, sin embargo, no cayó en el uso de drogas duras. Wright probó ácido dos veces. La primera fue antes de estar en la banda, en lo que describió como una experiencia "muy placentera". La segunda no lo fue y lo hizo alejarse de por vida. "Es un error pensar que las drogas suministraron la inspiración de Pink Floyd", dijo. "Los que tomaban las drogas eran los asistentes a los conciertos". Después de la salida de Barrett y la llegada del guitarrista Dave Gilmour, la banda comenzó a redefinirse a finales de los '60 y comienzo de los '70, alejándose del pop excéntrico hacia el rock progresivo. Además de participar con sus teclados y con su voz como acompañamiento, Wright escribió muchas de sus canciones. Entre ellas se incluyeron la pieza instrumental de 13 minutos “Susyphuis” del disco “Ummagumma” de 1969 y “Summer'68” del “Atom Heart Mother”, el primero de los álbumes de la banda que ocupó el número uno. El siguiente disco, “Dark Side of the Moon”, de 1973, fue el canto del cisne de la banda.
Wright fue coautor en la mayoría de temas del álbum, incluyendo los temas “Breathe”, “Time” y “Us and Them”, pero su contribución más importante fue “The Great Gig in the Sky”.
En el siguiente álbum “Wish You Were Here”, los teclados de Wright tuvieron aun si cabe mayor protagonismo, siendo este disco el mas electrónico de la banda y en donde por muchos momentos se convierte en el instrumento solista del trabajo. El grupo se había convertido en una de las grandes bandas de los setenta y siguieron editando grandes discos, mientras que Wright también prosiguió una carrera como solista, editando el álbum “Wet Dream” (1978). Sin embargo, las relaciones entre los miembros de la banda comenzaron a deteriorase después del disco "Animals” (1977) y Waters terminaría despidiendo a Wright después del apoteósico “The Wall” en 1979. Waters amenazó con no lanzar el álbum si Wright se negaba a renunciar. Los otros miembros de la banda también se pelearon con Waters y en 1986 Gilmour y Mason comenzaron a trabajar en un nuevo disco sin él, “Momentary Lapse of reason”, Wright se reunió con ellos y continuaron grabando y dando giras con el nombre de Pink Floyd, luego de una larga batalla legal con Waters. Juntos hicieron dos discos más y dieron más de 100 conciertos en la gira para promocionar del álbum “The Division Bell” en 1994, que se convirtió en el tour más lucrativo del rock de la época. Después de eso, la banda entró en la inactividad. Wright lanzó otro disco como solista “Broken China” (1996), y terminó relajándose con su yate de 65 pies en las Islas Vírgenes. Navegar era su "terapia y consigue liberar todas las presiones que uno siente en este negocio", indicó. Wright se unió a su ex compañeros de grupo, con la excepción de Barrett, por última vez en el Festival Live 8 de Hyde Park en 2005. Desde entonces se especuló continuamente que el grupo podría volverse a reunir para hacer una gira. Pero con la muerte de Wright acontecida el 15 de septiembre del 2008, se cerro un capitulo de enorme importancia en la historia de la música rock.