A mediados de los sesenta el soul norteamericano era uno de los estilos que revitalizaron el mundo de la música, el cual se convirtió en un serio contrincante para el efervescente movimiento del pop británico. En ese contexto surgió la figura de Arthur Conley, uno de esos muchísimos cantantes que se convirtieron en sus impulsores. Conley era un reputado y solidó interprete que hasta aquellos momentos estaba sumergido en los cauces del Rhythm & Blues del sur norteamericano. Ya a principios de los 60 junto a The Corvettes había logrado su primer hit con "Poor Girl" y algún tiempo después tendría el apoyo de Otis Redding, quien además de una gran amistad colaboraría activamente en sus siguientes lanzamientos. Así comenzaría su apogeo artístico lanzando exitosos albumes como "Sweet Soul Music", una especie de tributo a los grandes del soul de aquellos años como James Brown, Wilson Pickett o el propio Otis Redding. Sin embargo los mayores éxitos llegarían de la mano de emblemáticos hits como "People Sure Act Funnt", "Funky Street", "Ah, Ah, Ah" o "Shake Rattle & Roll", publicados en una época en la que Arthur Conley supo aprovechar su oportunidad. El triunfo en el momento justo, un momento en donde la industria musical necesitaba otras alternativas estilísticas. Pero como ocurre siempre en cualquier ámbito de la vida, cuando el boom del soul empezó a decaer, Conley pasaría a un discreto segundo término y su figura quedaría sepultada bajo los miles de decibelios de los nuevos estilos surgidos a finales de los 60 y principios de los 70 como el heavy rock, la psicodélica o el rock progresivo.