Kansas fue una banda que en sus primeros años no tuvo la benevolencia de muchos críticos de la música rock, unos los acusaban de meros paletos que hacían rock progresivo, (lo cierto en este sentido es que ellos eran de una localidad perdida en medio del estado de Kansas, llamada Topeka, de ahí lo de paletos), otros (los mas puristas), les acusaron de orientarse demasiado a los sonidos comerciales del AOR y así la lista seguía con muchas mas criticas desfavorables. Sin embargo ellos tenían un don que pocos les podían reprochar, su enorme capacidad para evolucionar de una simple banda de clubs de su perdida localidad, hasta convertirse una de las mas grandes bandas que han surgido de tierras norteamericanas. "Song For America" fue el álbum que les concedió la credibilidad justa para tenerlos en cuenta a nivel mundial, un álbum repleto de complejas melodías, singulares compases y unos arriesgados contrapuntos armónicos, todo ello bajo el rock americano de raíces como el blues y el country. Los enérgicos riffs de las guitarras de Kerry Livgren y Rich Williams son sabiamente combinados por el extraordinario trabajo del violin de Robbie Steinhardt, mientras que la calida voz de Steve Walsh pone el contrapunto a esta vorágine de deslumbrantes sonidos. Aquí están representados desde el rock americano "Down The Road" y "The Devil Game", hasta la asombrosa pieza progresiva "Lamplight Symphony", la maratoniana "Song for America", o la epopeya "Incomudro-Hymn To The Atman". Con esta segunda entrega, Kansas no solo lograron crear una singular obra de arte, sino también un álbum tan esencial como imprescindible en el rock norteamericano y en el rock progresivo en general.