Históricamente este disco supondría el inicio del heavy metal de manera oficial, sin desmerecer a otras bandas que por la misma época lanzaron discos de géneros casi idénticos (Deep Purple, Steppenwolf o Led Zeppelin por nombrar a solo tres de ellos).
Sin ser su mejor disco, fue el que sentó las bases de una carrera imparable hasta mediados de los 70, con joyas del calibre de "Black Sabbath" y su siniestro y fúnebre ritmo, el brutal "The Wizard", el germinal y pesado "NIB", el melódico "Evil Woman", el enérgico "The Warning" o el virtuoso "Wicked World", todos ellos conformaron un demoledor arsenal de canciones que convirtió a este álbum en legendario e imprescindible para entender el género del heavy metal.