Durante gran parte de la década de los ochenta, el periplo musical de Eric Clapton estuvo marcado por álbumes de poco bagaje en términos de calidad y comercialidad, con trabajos bastante previsibles y muy alejados de sus obras de la década anterior. Así discos como “Another Ticket”, “Money and Cigarettes” y “Behind The Sun”, fueron experimentaciones muy apartadas de su estilo blues, mas enfocados en los sonidos electrónicos típicos de los ochenta, además con un descafeinado Eric Clapton, tanto en el plano compositivo como instrumental.
Casi al final de los ochenta llegaría su undécimo trabajo, “Journeyman” en donde recuperaba su estilo inconfundible y regresando a sus raíces blues. Grabado entre los estudios The Power Station en Nueva York y The Town House de Londres, durante gran parte de 1989, en los cuales colaborarían una retahíla de grandes músicos como Robert Cray (guitarra), Nathan East (bajo), George Harrison (guitarra), Pino Palladino (bajo), Phil Collins (batería), David Sanborn (saxo) o Daryl Hall (voces), entre otros muchos.
Un álbum que comienza con la espectacular “Pretending” que es junto a la encantadora bluesy “Running On Faith”, la pegadiza “Bad Love” y la soul rock “No Alibis”, lo mas brillante de este lanzamiento. Sin embargo su característico blues esta presente en los cortes “Before You Acuse Me”, “Old Love” y en la jazzistica “Hard Times”, mientras “Lead Me On”, “Run So Far” y “Anything For Your Love”, muestra el Clapton mas pausado con sus habituales y encantadoras baladas.
Con este álbum Eric Clapton volvía a figurar entre los primeros puestos de las listas de éxitos, obteniendo media docena de discos de platino y unas ventas superiores a los cuatro millones de copias a nivel mundial, además y lo que es mas importante, volvió a recuperar su credibilidad perdida durante algunos años como uno de los mejores guitarristas de la historia del rock.