Como todo gran supergrupo, Them Crooked Vultures han tenido que lidiar con varios inconvenientes, el primero y sin duda el mas problemático, es la expectación desmedida y exagerada que se torna a su alrededor, ya que tanto el publico como la prensa especializada les exigirá cuanto menos unas obras que tengan la mínima calidad para ser comparadas con trabajos realizados anteriormente por algunos de sus miembros y esto a la postre termina por sucumbir muchas de esas superbandas.
Y he aquí que tanto John Paul Jones (Led Zeppelin), Dave Grohl (Nirvana y Foo Fighters) y Josh Homme (Queens of the Stone Age) lo han sabido ejecutar de manera airosa y en muchos momentos del álbum casi antológica…si no fuera por que la sombra de Led Zeppelin es mucho lastre del cual tirar.
En cualquier caso el álbum respira un cierto regusto zeppeliano en temas como "No one loves me & neither do i" o en "Elephants", donde los arreglos y riff´s nos recuerdan a la majestuosa banda liderada por Jimmy Page, también podemos intuir ramalazos de los Cream mas profundos en "Scumbag Blues" o esencias de The Doors en la insinuosa "Gunman", con un Jones pletórico a los teclados.
Sin duda el peso tanto musical como de producción tiene en la mano de Jones un claro líder, pero sus compañeros de viaje también salen airosos de tal embate, y es que aquí el bajista lo que ha buscado es la revitalización de algunos de los elementos esenciales del hard rock de los 70: riffs, su sonido valvular y la búsqueda artística, Grohl en cambio deja bien sentado que lo suyo son las baquetas y de que manera!, y Homme parece que ha dejado atrás su peculiar manera de cantar para darle mas sentido y personalidad a su voz.
En definitiva un trabajo el cual demuestra que Jones sin Jimmy Page también sabe arreglárselas solo aunque si alguien busca un sinónimo del "Nevermind" o del "Zeppelin IV", será difícil que lo encuentre y es que, si en vez de ser quienes son, hubiese sido el disco debut de cualquier otra banda, ahora mismo hablaríamos de un fantástico debut.