El segundo lanzamiento de Iron Maiden supuso la confirmación de una banda que ya empezaba a ser tremendamente popular entre los fans del heavy metal alrededor del mundo. Con una producción más elaborada que su predecesor, sin embargo pierde la espontaneidad y la frescura del debut a cambio de unas composiciones mas sobrias y logradas, y una mayor complejidad instrumental, algo que se vería refrendado aun mas en los sucesivos lanzamientos. Esa complejidad esta presente en las vertiginosas "Purgatory", "Wrathchild" y "Twilight Zone", en la reflexiva "Murders In The Rue Morgue", en las intensas y emocionantes "Innocent Exile" y "Genghis Khan" o en la melódica "Prodigal Son". "Killers" se convertiría en todo un clásico de Iron Maiden y del heavy metal en general, además de que comercialmente cosecharía un triunfo aplastante al lograr numerosos discos de oro y platino alrededor del mundo por sus millonarias ventas.