En 1971 Black Sabbath lanzaban su tercera entrega, "Master Of Reality", que pese a ser un trabajo refinado en las labores de producción, continuaban por el sendero del lugrube e hipnótico heavy metal, aunque ciertamente en un tono mas elegante y con unas composiciones mucho mas logradas y maduras. Grabado en una época tumultuosa para la banda, las drogas duras hacían mella en todos sus integrantes, en esta nueva entrega siguieron mostrando su cara sombría y satánica y sus continuáis alusiones al consumo de drogas, y sus mensajes antisistemas, una tematica que por otra parte atraía a miles de fans a todos sus conciertos, incluidos los polémicos Hell´s Angels. De hecho inician este disco con uno de los himnos del cannabis como es "Sweat Leaf", a esta le siguen la oscura "After Forever", la grandilocuente y siniestra "Children Of The Grave", los interludios instrumentales "Embryo" y "Orchid", esta ultima una agradable pieza acústica, la pesada "Lord Of This World" o las poderosas heavy rock "Solitude" y "Into The Void". Los antológicos y crudos riffs de la guitarra de Tony Iommi, impulsan todas y cada una de las canciones aquí incluidas, que secundados por las excelentes líneas de bajo y batería y la omnipresente voz de Ozzy volverían a crear, como ya había ocurrido con sus dos primeros lanzamientos, otra de las clásicas obras maestras del genero del metal.