Chris Rea, es uno de los grandes guitarristas del rock británico que con un estilo basado en su peculiar voz rota, su original forma de tocar la guitarra y sus grandes composiciones, se ha labrado una carrera llena de discos exquisitos y de un elegante estilo.
Nacido a principios de la década de 1950 en Middlesbrough, Inglaterra, Rea ha sido un músico profesional desde principios de la década de 1970 lanzando algunos de los álbumes de soft rock más memorables.
Aunque no sería hasta 1978 cuando publica su primer disco "Whatever happened to Benny Santini", con el que lograría un disco de oro.
A partir de aquí, álbumes como "Deltics" (1979), "Tennis" (1980) o "Chris Rea" (1982), establecen una carrera en la que comienza a ser muy respetado y tomado en consideración por la crítica y el público.
Sus discos abarcan estilos tan dispares que van desde el jazz hasta el blues con grandes toques gospel, pasando por el rock y el pop que son los sonidos que destacan en sus trabajos.
En 1983 se autoprodujo el disco "Water Sign" en el que su estilo tomó un aire más electrónico y los siguientes trabajos "Wired the Moon" (1984) o "Shamrock diaries" ( 1985), mantendrán la misma tónica, siendo muy bien recibidos comercialmente.
Pero la popularidad internacional llegaría con el álbum "On the Beach" (1986), con el que logra ser número uno en diferentes países con ventas millonarias.
Los años siguientes estarán marcados por una serie de grandes discos entre los que destaca el fantástico "The Road to Hell" (1989), con el que volvería a subir a la primera posición de las listas con más de 7 millones de copias vendidas.
Un disco que contiene momentos memorables como la frenética canción que da título al álbum, la sentida "You Must Be Evil", la evocadora "Looking For a Rainbow", o la rítmica "Texas".
"Auberge" (1991), su siguiente trabajo y siguiendo la tendencia del anterior, también se convertiría en un éxito internacional, aunque en menor medida que este "The Road To Hell".
Los años siguientes estarán marcados por una serie de grandes discos entre los que destaca el fantástico "The Road to Hell" (1989), con el que volvería a subir a la primera posición de las listas con más de 7 millones de copias vendidas.
Un disco que contiene momentos memorables como la frenética canción que da título al álbum, la sentida "You Must Be Evil", la evocadora "Looking For a Rainbow", o la rítmica "Texas".
"Auberge" (1991), su siguiente trabajo y siguiendo la tendencia del anterior, también se convertiría en un éxito internacional, aunque en menor medida que este "The Road To Hell".