Una vez abandonaría las filas de Poco, el guitarrista Richie Furay meditaba empezar de inmediato su propia carrera en solitario, pero en vez de eso acudió a la llamada del ejecutivo de Asylum Records, David Geffen y se uniría al proyecto que este último fundaría junto vocalista y bajo Chris Hillman y al guitarrista y voz J.D. Souther. El primero provenía de emblemáticas formaciones como The Byrds, Manassas (junto a Stephen Stills), y The Flying Burrito Brothers y el segundo era un cantautor de folk que en adelante se convertiría en uno de los grandes compositores del genero trabajando para The Eagles, Dan Fogelberg, Bob Seger o Christopher Cross entre otros más. Pero ahí no quedaba todo, además Geffen también reclutaría a otros legendarios músicos de la escena del folk y el country como Jim Gordon (batería), ex Derek and the Dominos, el prestigioso teclista Paul Harris, el percusionista Joe Lala, ex Manassas, y al guitarrista Al Perkins, toda una leyenda del country y folk norteamericano. Pese al enorme ego de todos ellos, su álbum debut es una de las obras emblemáticas del country y folk rock estadounidenses, creando en un solo trabajo un repertorio de ensueño empezando por "Fallin´Love" y "Border Town", canciones que nos retraen a los trabajos de atractivas melodías country y irresistibles estribillos a sus coetáneos Poco y The Eagles. En esa misma dirección aparecen las adictivas "Trouble in Paradise", "Believe Me", "Prisoner In Disguise" o "Heavenly Fire". Como era de esperar tal cantidad de exquisitas canciones llevaría en volandas al álbum ha conseguir un onceavo puesto en las listas del Billboard y una ventas considerables en el mercado norteamericano.