Fleetwood Mac tiene dos épocas bien diferenciadas, una primera donde el blues fue su principal género competitivo y una segunda donde predominaron los sonidos más comerciales enfocados en el rock sofisticado, sin dejar de mirar hacia las raíces de la música norteamericana.
"Fleetwood Mac" es el primer álbum de la banda de este segundo período cronológico, editado en 1975 y con dos nuevos integrantes, por un lado el guitarrista Lindsey Buckingham y por otro la cantante Stevie Nicks.
Con estas nuevas incorporaciones la banda sufriría un cambio sustancial en su estilo musical, abandonando la senda del blues para pasar al terreno del pop-rock con pinceladas folk, estilos que para el resto de integrantes del grupo, el baterista Mick Fleetwood, la teclista Christine McVie y el bajista John McVie eran totalmente desconocidos.
Estos nuevos miembros y el cambio posterior que trajeron consigo, hicieron que el esfuerzo del giro creativo les valiera la pena de manera asombrosa en el plano comercial.
Y aunque en cuanto a ventas lo mejor estaba por llegar, este disco le proporcionó al grupo su primer número uno en Estados Unidos además de altos puestos en Reino Unido.
Tanto Nicks como Buckingham dieron su toque personal a la música de la banda con canciones como "Rhiannon" que aportaron una gracia etérea, mientras que el talento de la guitarra de Buckingham creó un sonido más rock en la canción de apertura "Monday Morning" y en la épica "I´m So Afraid".
Todo este conjunto de canciones trajo un equilibrio con mucha habilidad a las habituales canciones de amor de la principal compositora del grupo Christine McVie, y de hecho son las canciones de esta, las que aportan la calidez necesaria como "Warm Ways" o "Over My Head".
Con el paso del tiempo el álbum se ha convertido en uno de los más vendidos del grupo, alcanzando cifras millonarias y cinco discos de platino solo en los Estados Unidos.