Con "Aminal Magnetism", Scorpions estrenaban la década de los ochenta con su séptimo registro, un disco que pese a contener retazos del oscuro y pesado hard rock de los 70, ya muestran algunas atmósferas del sonido típico del heavy metal de su nueva etapa. Las sistemáticas armonías guitarristicas de Rudolf Schenker y Matthias Jabs, son acompañadas por las sublimes melodías vocales de Klaus Meine y de la trepidante sección rítmica compuesta por el portentoso batería Herman Rareball y el bajista Francis Buchholz. Trepidantes piezas como la heavy metal "Don´t Make No Promises", conducen al álbum por senderos tremendamente pesados y melodicos; "The Zoo", "Only a Man", "Animal Magnetism", "Hold Me Tight" o "Make it Real", en las cuales aun les cuesta despojarse de su lado hard rock, por otro lado el sentido melódico sigue presente con formidables composiciones como la atmosférica "Lady Starlight". Con este trabajo la banda germana supo combinar perfectamente el sonido inquietante del hard rock, sus habituales melodías y la potencia del metal, algo que supieron reconocer sus fans, logrando un meritorio disco de platino en el mercado norteamericano.