En 1990 una novel banda llamada Salty Dog publicaron una de esas joyas menores del hard rock norteamericano con su único trabajo titulado "Every Dog Has It´s Day". Formada varios años antes en los Ángeles, casi a finales de esa década lograron que el sello dirigido por David Geffen les produjera este único lanzamiento en donde contaban con el vocalista, teclados y guitarrista Jimmi Bleacher, el guitarra rítmico Pete Reveen, el bajista y voces Michael Hannon y el baterista Khurt Maier. Sus evidentes influencias navegaban entre el sleazy glam metal de moda en los ochenta y el hard rock heredero de los Led Zeppelin más vigorosos. Por ese sendero zeppeliano se mueven cortes como "Come Along", "Heave Hard (She Comes Easy)", "Spoonful" y "Sacrifice Me", mientras que las ricas armonías del hard rock pegadizo y crudo están presentes en "Slow Daze" y "Keep Me Down".