El décimo octavo álbum de Yes, “The Ladder”, publicado en 1999, es para muchos el mejor y mas solido trabajo que la banda lanzaría en los noventa.
Por primera vez en su historia, la banda deja de ser un quinteto para estar integrada por seis músicos, con la inclusión de Billy Sherwood, como segundo guitarrista junto a Steve Howe. Por otro lado aquí también aparece Igor Khoroshev como el nuevo teclista, sustituyendo a Rick Wakeman
“The Ladder”, es un magnífico intento por recuperar el sonido clásico de los 70 como se puede intuir en cortes como “New Language”, un claro guiño a emblemáticos temas como son las clásicas “Parallels”, “Siberian Khatru” o “Tempus Fugit”.
El brillante sonido del Hammond por parte de Khoroshev, que en parte nos recuerda al Patrick Moraz del álbum "Relayer", el ritmo frenético que tanto Howe como Squire imprimen y un Alan White que cambian su estilo hacia un sonido mas dinámico, usando más recursos y mucha mas velocidad que el resto del grupo y la magnífica voz de Jon Anderson, hacen de este álbum, un verdadero retroceso musical hacia la época gloriosa de la banda.