Curtido durante los años 70 en muchos bares de carretera y garitos de la zona de San Antonio de Texas, Christopher Cross fue el arquetipo de los estándares del soft rock estadounidense, su música siempre fue pretenciosa y complicada y quizás por esta razón se convirtió en uno de los mejores artesanos de los éxitos para la radio formulas y las baladas, entre los que se encuentra el realizado para la película "Arthur the Bachelor of Gold", que le valió el Oscar en 1981.
En 1978 consiguió un contrato con Warner Bros y publicó su primer disco, y para reforzar sus composiciones la propio Warner lo rodeó de algunas de las estrellas más rutilantes del momento como Michael McDonald, Larry Carlton, Eric Johnson o Don Henley entre otros.
Este debut contó con temas como el emotivo "Say I'll be mine", la balada "Sailing" o su canción más recordada, la maravillosa "Ride like the wind".
Este álbum subió a la cima de las listas y obtendría 6 premios Grammy y sorprendentemente, superó al álbum más aclamado de ese año como fue "The Wall" de Pink Floyd, con más de 7 millones de copias vendidas y tuvo una secuela que proporcionó los mismos argumentos musicales con el siguiente "Another Page" (1983), que sin embargo no alcanzaría las cantidades astronómicas en ventas de su espléndido disco debut.