A finales de los 70, Bruce Springsteen había alcanzado la madurez necesaria para crear una obra alejada de los sueños de juventud de sus primeras obras. Sin embargo Springsteen encaraba una nueva década inmerso en una crisis creativa y personal.
Las ansias por entregar un nuevo álbum que colmara las expectativas del publico y de su propio sello discográfico, le mantenían en constante presión física y psicológica y por ello prescinde de una serie de temas que estaban destinados a un álbum que finalmente es desechado por el propio cantante por considerar que no tenían la suficiente cohesión y calidad para ser publicado. Algún tiempo mas tarde entra de nuevo en los estudios de grabación para afrontar su mas ambicioso trabajo y al mismo tiempo el que lo consagraría como una de las estrellas mundiales de la música rock.
Grabado durante los meses centrales de 1979 en los estudios Power Station de Nueva York, Springsteen vuelve a contar con su banda The E.Street Band, la cual curiosamente no aparece acreditada en la portada del álbum.
Publicado como doble Lp, contiene 20 temas en donde el músico de New jersey trata asuntos como la frialdad, la soledad, la melancolía, o el apego a la familia, pero también temas relacionados con la juventud como en “Independence Day”.
Musicalmente “The River” es un recorrido por todo lo que había hecho Springsteen hasta esos momentos, con ese rock crudo y descarnado fusionado con destellos de country, blues, soul y folk, todo ello secundado por una banda perfecta, sonando solida e intensa, pero al mismo tiempo con un sonido vibrante y adictivo.
Un álbum que contiene momentos memorables como “The Ties That Bind”, “Point Black”, “Drive All Night”, “Sherry Darling”, “Cadillach Ranch”, “Hungry Heart” o la mágica “The River”.
Con este disco Springsteen por fin conseguiría alcanzar el primer puesto en las listas de Estados Unidos y unas increíbles seis millones de copias vendidas a nivel mundial.