El sexto álbum de Whitesnake, supuso el mayor éxito de la banda hasta la llegada del posterior “1987” publicado tres años mas tarde, pero también fue uno de sus trabajos mas polémicos. Para empezar su líder, el cantante David Coverdale, quería tener mas presencia en el mercado norteamericano, por lo que ideo la posibilidad de publicar dos versiones diferentes del mismo álbum, una para el mercado europeo y otra para el mercado estadounidense.
Este hecho levanto no pocas controversias entre los aficionados del hard rock, sobre todo entre sus fans mas acérrimos, al tener que adquirir ambas versiones por no ser el mismo disco en realidad. El proceso de grabación también fue como se supone algo caótico, para empezar en las sesiones de grabación de la versión europea, el productor elegido fue en un principio Eddie Kramer, quien después de varias semanas fue sustituido por Martin Birch, al considerar varios de los integrantes su poca conexión con el espíritu musical de la banda. También durante todo ese proceso se cambiaron algunos de los que intervinieron como Micky Moody y Colin Hodgkinson, que fueron sustituidos por el guitarrista John Sykes y el bajista Neil Murray para la edición americana.
El resto estaba formado por David Coverdale (voz), Jon Lord (teclados), Cozy Powell (batería) y Mel Galley (guitarra y voces), además de los productores Keith Olsen, John Kalonder y Greg Fulginiti. Tamaña cantidad de personal convirtió a este álbum, en uno de los mas elaborados y difíciles en toda la carrera de la banda británica.
Además de todo ello, y sin contar los diferentes estudios utilizados tanto de grabación como las remezclas, la distribución por parte de las discográfica fue igualmente diferente, mientras en USA fue la Geffen Records en el resto del mundo se encargaría la Liberty Records y para rematar el clavo las fechas de salida tampoco coincidieron, empezando por la edición británica lanzada a principios de febrero, la del resto del mundo en marzo y la norteamericana casi a finales de abril.
Son sin duda las remezclas hechas por Keith Olsen las mas adictivas, con un sonido adecuado a los gustos del publico norteamericano, con un hard rock brillante y cristalino en comparación con el sonido mas crudo y primitivo de la versión europea, aunque es esta ultima la que mejor resalta las virtudes originales de Whitesnake.
Aun así el álbum esta rebosado de magnificas composiciones como la inicial y pegadiza “Slide It In”, la demoledora “Slow´n Easy” o la cautivadora “Love Ain´t no Stranger”. La hard rock “All Or Nothing” da paso a la añeja “Gambler”, que es la antesala a la vertiginosa “Guilty Of Love”, o la hard rock “Hungry For Love”, para acabar igual que al principio, con tres majestuosas canciones como son la directa y contundente “Give Me More Time”, la elaborada “Spit It Out” y “Standing In The Shadow” un solido hard rock que esta entre los mejores temas de Whitesnake.
El álbum como era de esperar tuvo diferentes acogidas en ambos mercados, mientras en los Estados Unidos obtuvo una gran acogida consiguiendo varios discos de platino y una ventas que superaron los dos millones de copias, en Inglaterra obtuvo un discreto recibimiento y numerosas criticas por las letras de doble sentido y por las remezclas del álbum. Aún así y pasado algún tiempo lograría alcanzar una novena posición en las listas británicas y unas aceptables ventas que sumado a las mundiales alcanzarían cerca de los cinco millones de discos vendidos en total.