A finales de los 80 el grupo británico Yes estaba sumido en una especie de caos estructural y es que mientras algunos miembros originales como Chris Squire, Alan White y Tony Kaye trabajaban en Nueva York en un nuevo álbum bajo el nombre oficial de Yes, junto a otros ex integrantes como Billy Sherwood, los miembros restantes hacían lo mismo en Londres, ellos eran Jon Anderson, Bill Bruford, Rick Wakeman y Steve Howe.
Sin embargo ambas formaciones no estaban por la labor de unir sus fuerzas y de hecho, fue esta segunda quien lanzara con las iniciales de sus apellidos y de forma unilateral, el álbum homónimo “ABWH”. Aunque la historia de este álbum fue concebida inicialmente como un trabajo en solitario de Jon Anderson quien les pediría a los mencionados ex compañeros su colaboración en la grabación del mismo, y que terminaría siendo firmado por los cuatro componentes como el proyecto ABWH. Por aquellos años la expectación fue enorme por ver como sonarían estos “Yes” camuflados sin Chris Squire, que además contaría con la producción y el diseño de la portada de los habituales en los anteriores álbumes de Yes, Eddie Offord y Roger Dean respectivamente.
Un disco que a priori se intuía convertirse en uno de sus trabajos mas memorables y que sin embargo pese a sonar en ciertos momentos a los Yes mas clásicos adolecería de la creatividad, el equilibrio necesario y cierta inconsistencia en el resultado final.
Dicho resultado final es una especie de sonidos híbridos entre los Yes originales, el grupo Asia, elementos de la world music y acercamientos a los sonidos new age. Parte de ello es causado por los novedosos sonidos en los teclados de Rick Wakeman, la extraña batería electrónica de Bill Bruford, las orquestaciones del teclista invitado Matt Clifford y los exóticos toques de guitarra de Steve Howe y Milton McDonald, otro de los músicos colaboradores en el álbum. Mención aparte es la participación de Tony Levin al bajo, el cual es sin duda uno de los mas destacados instrumentistas en este disco, influyendo notoriamente con su peculiar estilo, en los mencionados sonidos new age y world music.
Aún así hay momentos destacables como la sinfónica “Fist Of fire”, la atmosférica “Brother Of Mine”, la ambiental “Birthright”, la espacial “The Meeting” o la progresiva “Order Of The Universe”, tema este con un sonido cercano al de los Yes de su mejor época. Poco después del lanzamiento del álbum, las dos fracciones llegarían a un acuerdo y todos juntos y de manera extravagante, grabarían el inferior “Union”, el cual contaría con un proceso de grabación tan surrealista como poco menos que absurda, con dos grupos de trabajo por separado (en realidad fueron tres), mientras por un lado estaban ABWH, por el otro se encontraban Chris Squire y sus colaboradores y por ultimo también aparecía Trevor Rabin con diferentes músicos en un disparatado y caótico trabajo en seis estudios de grabaciones diferentes, repartidos entre Nueva York, Los Ángeles y Paris.