En 1971 aparecería un dúo llamado Tir Na nÓg, el cual musicalmente imprimía una sabia mezcla de exotismo oriental, una sutil cadencia pop, y el misticismo hindú, un gran lirismo con reminiscencias clásicas y que fueron uno de los aportes más importantes en un año en el que la música intimista dominó gran parte del gusto del gran público, gente como Carole King, James Taylor, CSN&Y, Cat Stevens y muchos otros dominaban las listas y las emisoras de radio.
Tir Na nÓg fue la nota colorista, ellos no lograron ningún #1, no lograron vender un millón de dólares en discos para conseguir un disco de oro, tampoco fueron cabeza de cartel en ningún festival y ni siquiera aparecieron en las listas de éxitos, sin embargo cualquier entusiasta, empezando por los propios críticos e incluso muchos artistas contemporáneos famosos citaron a Tir Na Nog como lo mejor de ese año 1971.
Su primer disco, homónimamente titulado como el grupo, fue la clave de todo ello. Un solo álbum los elevó a la cima de la calidad, de la expresión más preciosista que la música haya dado jamás.
Este álbum lanzado bajo el sello Chrysalis y una posterior gira apoyando a Jethro Tull y Emerson Lake & Palmer, les labraría una amplia legión de fans por todo el Reino Unido.
Fueron trece canciones compuestas indistintamente por los dos integrantes de este dúo, dos muchachos jóvenes, sencillos poetas y buenos músicos. Ellos eran Sonny Condell a la guitarra, tabla, percusiones africanas y marroquí y arpa y Leo O'Kelly a la guitarra, bajo y otros instrumentos.
En este primer álbum destacaban el tema homónimo, una solemne epopeya cantada con mucho dramatismo, la alegre “Looking Up” o las meritorias “Dance of Years” y “Live A Day”.
Posteriormente en 1972 se publicaría "A Tear And A Smile”, una nueva muestra de expresionismo místico pero con un mayor énfasis en los arreglos y en el virtuosismo instrumental, así como el siguiente "Strong In The Sun" (1973), un trabajo con un ambiente mas cercano al folk rock.
Todos ellos les llevaron a ser aclamados unánimemente por la crítica de la época, incluso fueron nominados al mejor grupo de folk de aquellos años, que sin embargo no tuvo la repercusión comercial deseada, en parte por la gran cantidad de bandas y artistas de enorme calidad que publicaban constantemente, algo que obviamente lastraba a las bandas con menor peso específico, y sobre todo a la escasa o nula publicidad de sus discográficas, más preocupadas por los artistas ya consagrados que les daban suculentos dividendos por sus millones de discos vendidos.