En 1973 Traffic lanzaba su segundo álbum en directo (anteriormente ya habían publicado "Welcome to the Canteen” en 1971), aunque esta vez en formato de doble Lp que fue grabado en la gira posterior al trabajo de estudio "Shoot Out at the Fantasy Factory".
Grabado íntegramente en la gira por Alemania Occidental, la banda formada por Steve Winwood, Jim Capaldi, Chris Wood y Reebop Kwaku Baah tuvieron el apoyo del batería Roger Hawkins, el bajista David Hood y el teclista Barry Beckett.
En este doble álbum se recogen parte de lo mejor de la banda hasta ese año, en donde destaca la improvisación libre ejecutada por todos los músicos, mezclando diversas influencias como la psicodelia, el folk, el jazz, el soul y el rock' n´roll, como bien queda demostrado en los cuatro temas que superan los diez minutos de duración, manifestando con ello la plenitud instrumental de estos grandes músicos.
El álbum contiene seis temas en total, la más larga, una mezcla extendida de dos de las obras maestras indiscutibles de Traffic, la magnífica instrumental "Glad" y la apasionada "Freedom Rider", con una duración de más de 20 minutos en total. De hecho, todas las pistas aquí están repletas de improvisaciones y vanguardismo instrumental. El inconfundible sabor exótico aportado por el trabajo de percusión de Reebop Kwaku Baah, se combina de manera efectiva con los dos bateristas Jim Capaldi y Roger Hawkins. Mientras el propio Jim Capaldi también proporciona la voz principal (presentando a los miembros de la banda en la sección central), en la dinámica y optimista "Light Up or Leave Me Alone". Sin embargo, Traffic podía presumir de uno de los mejores vocalistas de la historia del rock, la atrayente voz de soul blanco del incomparable Steve Winwood, cuya actuación en la sublime "The Low Spark of High-Heeled Boys" es melancólica y seductora. Winwood también interpreta brillantemente la guitarra solista en este álbum, particularmente en la conmovedora "(Sometimes I Feel So) Uninspired", dejando el rol de los teclados Hammond al excelente Barry Beckett. El impresionante tour-de-forces de saxo y flauta de Chris Wood en "Glad" y la auto-escrita "Tragic Magic", también son uno de los puntos culminantes indiscutibles de un directo apasionante, repleto de pasión y destreza musical deslumbrante y otra de las obras maestras en vivo de los setenta.