Jefferson Airplane son sin duda una parte primordial de la historia de la música rock, su aparición en el mejor momento de la flower power fue decisiva para el futuro de muchos de los estilos posteriores y al mismo tiempo fueron uno de los máximos impulsores de la cultura hippie, rivalizando con otras bandas coetáneas como Mamas and the Papas, Grateful Dead, Buffalo Springfield, Love, Janis Joplin, Jimi Hendrix, o Iron Butterfly por poner solo unos pocos ejemplos.
Ellos fueron el emblema de un movimiento continuo que les llevaría al máximo de su gloria y a la cúspide absoluta del rock y la cultura hippie norteamericana.
Fundados a finales de 1965 en San Francisco por Marty Balin (cantante), los guitarristas Paul Kantner y Jorma Kaukonen, la cantante Signe Toly Anderson, el bajista Jack Cassidy, y cerrando la formación el batería Spencer Dryden.
Aunque sin embargo esta banda sufriría numerosos cambios de formación a lo largo de toda su carrera, pasando por ella diferentes músicos como Joey Covington, Papa John Creach, John Barbata, David Freiberg, Peter Kaukonen, Tim Gorman o Randy Jackson.
Después de lograr un suculento contrato con el sello RCA publican su primer larga duración "Takes Off" a mediados de 1966, el cual se convierte en un portentoso estimulante para la música de la época, su estilo se anteponía a todo lo conocido, con mucha libertad, bastante informal y espontáneo pero con una amplia base rock, y una perfecta combinación vocal e instrumental.
Sin embargo el álbum no obtiene el éxito esperado, pero si en cambio su segundo LP, “Surrealistic Pillow”, publicado a principios de 1967, uno de los mejores álbumes del rock psicodélico de la historia de la música rock.
En este nuevo disco la cantante Grace Slick había sustituido a Toly Anderson, convirtiéndose rápidamente en una de las líderes del grupo y la que contribuirá notablemente con algunas de las mejores canciones del grupo.
Este segundo álbum contiene memorables momentos que pasaran a la historia del rock como son los enormes hits “Somebody to love” y “White Rabbit”, sin desmerecer otros cortes del calibre de “Comin´Back to Me”, “My Best Friend” o “Embryonic Journey”.
“Surrealistic Pillow” lograría encaramarse hasta una sorprendente tercera posición en el Billboard, logrando un disco de platino por su millón de copias vendidas en el mercado norteamericano.