Después de su antológico “Oxigene”, Jean-Michel Jarre dio un paso adelante con su siguiente obra “Equinoxe”, un álbum mas rítmico y soñador a través de diferentes paisajes sonoros, quizás no tan espacial como su predecesor muestra su lado más terrenal, como un viaje submarino en lugar de un viaje espacial, la música cambia para cada parte del álbum, desde ambientes atmosféricos hasta momentos más optimistas con capas de electrónica rítmica, presentada de tal manera que se vuelve extremadamente disfrutable y francamente adictiva.
Sin embargo Jean-Michel Jarre no abre con este trabajo nuevos caminos, pero lo que hace es más concretamente, lograr articular su ideología masiva basada en sintetizadores con un enfoque más sólido. Manteniendo la inteligencia para crear ambientes cautivadores y adornos sintetizados pegadizos, el renovado interés de Jarre en construir orquestaciones electrónicas bien elaboradas, le permite entregar y retratar un mayor sentido del orden y, por lo tanto, poner un mayor énfasis en las líneas melódicas básicas y su complementación con las armonías programadas y las capas de sintetizador etéreo.
Jarre también tiene especial cuidado en utilizar sub tonos percusivos en los arpegios programados y ambientar determinados pasajes. La producción de sonido también se siente un poco más fuerte, lo cual es bastante apropiado para la naturaleza del repertorio de este álbum. Las "Partes I y II" muestran esta tendencia bastante abiertamente, al igual que las "Partes IV y VII", los cuales son los momentos más poderosas del álbum. Los exquisitos motivos comprendidos en las "Partes IV y VII" alcanzan una postura casi épica, debido al constante despliegue de energía y al sutil uso de las reelaboraciones que van surgiendo, como la fuerte presencia de la Cuerda Solina que definitivamente ayuda a construir una sensación orquestal que parece estar flotando sobre las texturas y efectos electrónicos. "Part V" fue el sencillo del álbum, y no es de extrañar, ya que es bastante pegadizo y emana una vibra similar a la de 'Oxygene Part IV", mientras la "Parte VI" es básicamente una progresión minimalista de acordes secuenciados a lo "Radio-Activity" de Kraftwerk que establece un vínculo entre las "Partes V y VII". Finalmente, la "Part VIII", trae recuerdos ocasionales de un club bohemio en París (una sección que luego se llamaría 'Band in the Rain'), antes de que surja una grandilocuente repetición del tema principal de la "Part V" y el cual cierra un álbum de extraordinaria belleza y otro enorme éxito del músico francés.