Este fue el álbum de mayor éxito comercial del proyecto de Alan Parsons junto a su inseparable Eric Woolfson, en el se encuentran algunas de las piezas mas reconocibles del dúo como “Eye in the Sky”, “Sirius”, “Old And Wise” o “Mammagamma”.
Alejados ya casi completamente del sinfonismo de sus primera obras, este es un disco de claro corte “art pop” o incluso como muchos denominarían “pop progresivo”, en el que ya estaban inmersos muchas de las grandes bandas del rock progresivo de la década de los 70 (Yes, Genesis, Supertramp...).
Con un sonido extremadamente brillante y limpio (no es de extrañar que fuera nominado a los Premios Grammy al mejor álbum de ingeniería en 1983), Parsons y Woolfson dotan aquí a todas las canciones de una estructura simple pero al mismo tiempo muy efectiva, de fácil escucha pero de gran sofisticación, de hecho muchas de las canciones del álbum aparecían constantemente en las emisoras de radio de la época de medio mundo y aún hoy en día siguen sonando con bastante frecuencia.
Para la grabación del disco el dúo volvería a contar con gran parte de los músicos que habían participado en los álbumes anteriores como Ian Bairnson (guitarra), Mel Collins (saxo), David Paton (bajo y voz), Stuart Elliot (batería), Chris Rainbow (voz), Colin Blunstone (voz) o Lenny Zakatek (voz), además de la colaboración del también habitual Andrew Powell en los arreglos orquestales, entre otros músicos destacados.
Un álbum que comienza con la atmósfera sinfónica del tema apertura “Sirius”, la cual contrasta con la melódica “Eye In The Sky”, un rock suave adictivo y tremendamente pegadizo, mientras la pop sinfónica “Silence And I”, es otro de los momentos memorables del disco, que junto a la divertida “Psychobabble”, la funky “Mammagamma” y la rica y melancólica “Old And Wise”, conforman una pequeña obra maestra del genero y uno de los álbumes imprescindibles de la década de los ochenta, logrando numerosos números uno alrededor del mundo y cerca de la docena de discos de platino por sus tremendas ventas.