Mötley Crüe no necesitan ningún tipo de presentación, esta banda icónica y salvaje, fueron una de las máximas expresiones del heavy metal de la década de los ochenta.
Encuadrados dentro del glam del heavy metal californiano, lograron desde su primer álbum publicado en 1981, “Too Fast For Love”, alcanzar el estrellato mediático y comercial, consiguiendo un sorprendente disco de platino por sus abultadas ventas.
Sus siguientes álbumes; “Shout at the Devil” (1983), “Theatre Of Pain" (1985) y “Girls, Girls, Girls” (1987) triplicarían los registros de su álbum debut, pero también una fama desmadrada y desmesurada, los excesos de drogas, alcohol, las continuas peleas y sus monumentales escándalos comenzaban a mermar la calidad de sus composiciones.
Casi a finales de la década de los ochenta y una vez libres de las drogas y el alcohol, la banda se centra por primera vez desde sus inicios y se dedican a componer canciones solidas y de gran calidad que terminarían siendo incluidas en su quinto y mejor álbum y a la postre el mas exitoso “Dr Feelgood” (1989).
Aquí la banda formada por el vocalista Vince Neil, el guitarrista Mick Mars, el batería Tommy Lee y el bajista Nikki Six, lograron cuajar uno de los discos esenciales del metal de esa década y toda una obra maestra del genero.
Producido por Bob Rock, la banda tuvo la colaboración de diferentes músicos como Jack Blades (Night Ranger), Sebastian Bach (Skid Row), Bryan Adams, Steven Tyler (Aerosmith) o Robin Zinder (Cheap Trick), entre otros para su elaboración final.
Temas como las contundentes e irónicas “Dr Feelgood” y “Kickstart My Heart”, las divertidas “Rattlesnake Shake” y “S.O.S” o las brillantes “Home Sweet Home y “Don´t Go Away Mad (Just Go Away)”, catapultaron al álbum hasta el primer puesto en las listas del Billboard y cerca de los siete millones de copias vendidas, la mayoría de ellas solo en el mercado norteamericano.