A finales de los 60 John Mayall se había mudado a los Estados Unidos, seria al idílico lugar de Laurel Canyon en California. Ya con su álbum “Blues From Laurel Canyon”, expresaría su fascinación por ese lugar.
Influenciado por la música norteamericana pronto formaría una nueva banda compuesta en su totalidad por músicos estadounidenses. Entre ellos estaban los ex miembros de la banda de blues rock Canned Heat, Harvey Mandel (guitarra) y Larry Taylor al bajo, este ultimo ya había aparecido fugazmente como músico invitado en su álbum “Empty Rooms”, además del violinista Don “Sugarcane” Harris, quien venia de participar en la banda de Frank Zappa.
Antes en su directo “Turning Point” (1969), grabado en el mítico Fillmore East de Nueva York, Mayall había prescindido de la batería, un hecho que marcaría un punto de inflexión en su carrera.
Ese cambio hacia un estilo de blues de bajo volumen y sin guitarras pesadas y batería que triunfaban en esa época, parecía cuanto menos un suicidio comercial, creando con este y el anterior “Empty Rooms” (1970), una inteligente fusión de ritmos latinos, blues, jazz y boogie, junto a músicos como el guitarrista John Mark, el saxo Johnny Almond y el bajista Stephen Thompson, que complementaban la voz y la harmonía de Mayall.
“USA Union”, grabado con el cuarteto Mayall-Mandel-Taylor-Harris, recuperaba el solido sonido del jazz rock con composiciones mas libres y basadas en el conjunto en donde Taylor y Mandel hacen una gran aportación instrumental.
Este ultimo añade un gran color a la música con sus solos con la guitarra eléctrica, con un sonido mas sutil que los interpretados en las encarnaciones anteriores de la banda, (Eric Clapton, Peter Green y Mick Taylor). Sin embargo aquí no se repiten los esquemas de “Empty Rooms”, ya que aunque la idea original es bastante similar, los instrumentos son ligeramente diferentes (el violín y el papel fundamental de la guitarra eléctrica por el saxo y la flauta), cambian significativamente el carácter de la música. Otro dato importante es que todas las composiciones en si mismas son muy expresivas, están entremezcladas entre si. El típico blues cadencioso “Crying” es uno de los temas memorables del álbum, con el violín en primer plano que no se parece a ninguna otra canción que Mayall haya compuesto. Por su parte la jazzistica “The Jazz Off The Road” es pese a su corta duración un agradable paseo musical relajado y distendido. En “Nature´s Disappering” Mayall muestra su talento con la harmónica y la interpretación no menos talentosa del resto de instrumentistas. El resto de temas siguen manteniendo un nivel aceptable dentro de este experimento que supuso, debido a la instrumentación atípica por la falta de batería y los instrumentos de vientos, creando con ello una versión única y excitante del mejor blues que John Mayall haya hecho jamás, algo por otra parte muy complicado de afirmar después de tantos y geniales trabajos del llamado padre del blues blanco.