El séptimo álbum de AC/DC es uno de los mas reseñados de la historia de la música rock, “Back In Black”, es un disco antológico, sublime y esencial dentro no solo del hard rock y el heavy metal si no también de la música contemporánea.
Fue lanzado en un momento crucial para la banda, pocos meses antes habían perdido a su carismático cantante Bon Scott, fallecido en trágicas circunstancias.
Tras su muerte los restantes miembros dudaron en seguir adelante o abandonar, pero sus ganas de continuar y como homenaje al propio Scott, decidieron continuar.
Sin embargo la banda tenia un problema muy serio por delante, quien seria el sustituto de alguien tan grande como Bon Scott?, quien seria el que podría cubrir medianamente su hueco sin entrar en burdas comparaciones ni en un mero imitador de tres al cuarto.
Durante semanas el grupo audiocionarian a muchísimos candidatos, entre los que estaban Allan Fryer, de la banda australiana Heaven, Gary Pickford-Hopkins, quien venia de trabajar con Rick Wakeman y que había formado parte de Wild Turkey, Stevie Wright cantante de los EasyBeats, Terry Slesser quien había pertenecido a la banda de Paul Kossof, Back Street Crawler, o el mítico miembro de Slade, el cantante y guitarrista Noody Holder entre otros muchos mas.
Sin embargo y gracias al productor Robert “Mutt” Lange, la banda conoce y termina aceptando a Brian Johnson, ex cantante de Geordie, un grupo británico que había publicado varios discos con cierto éxito durante los años 70 en las Islas Británicas.
El carisma campechano, su sentido del humor, su faceta de gran frontman con esa voz ronca y desenfadada y sobre todo su respeto hacia Bon Scott, son fundamentales para que fuera contratado como el nuevo vocalista de AC/DC.
Casi de inmediatamente la banda se dirige a las Bahamas en donde empezarían a grabar su próximo álbum, el lugar elegido tiene dos razones de peso, la primera la falta de disponibilidad en los estudios elegidos en Inglaterra, y en segundo lugar huyendo de los siempre altísimos impuestos británicos.
Finalmente y durante los meses de abril y mayo de 1980, completan el nuevo álbum en los Compass Point Studios de Nassau, bajo la producción de Robert “Mutt” Lange.
Lanzado oficialmente dos meses después “Back In Black” es un sentido homenaje a Bon Scott, empezando por portada negra de total luto, y con un contenido que sigue ofreciendo lo que AC/DC saben hacer mejor que nadie, puro y duro rock and roll.
Desde la monumental “Hells Bells” que inicia el álbum, la banda muestra con esos poderosos riffs y esa contundencia una rabia contenida, que están heridos y que la tragedia aun les afecta, pero esa misma rabia los catapultan y salen fortalecidos creando una de las mas grandes canciones de la música rock, la cruda y potente “Shoot To Thrill” muestra el clásico sonido de AC/DC, en “Given The Dog A Bone”, Johnson muestra su poderosa voz y deja claro que su elección fue la acertada, mientras la seductora hard rock “Let Me Put My Love Into You”, muestra el nivel optimo de todo el grupo con una pieza descomunal.
Con “Back In Black” alcanzan el universo, una canción que es patrimonio de la humanidad y de la cual no se necesitan ninguna presentación, simplemente es perfecta. La pesada y contundente “You Shook Me All Night Long”, la blues rock “Have A Drink On Me”, la frenética “Shake A Leg”, o la rock callejera con aires bluesy “Rock And Roll Ain´t Noise Pollution” terminan por completar un álbum grandioso y único, el cual conseguiría un éxito sin precedentes con casi 50 millones de copias vendidas en la actualidad, numerosos números unos alrededor del mundo y considerado uno de los 100 mejores álbumes de la historia de la música rock.