En 1973 David Bowie publicaba su sexto álbum, “Aladdin Sane”, la ultima obra puramente rock y uno de sus mejores trabajos en el plano creativo. Grabado en una etapa en donde su arrolladora personalidad jugaba con la ambigüedad, su esencia rockera sigue permaneciendo aquí, conservando la brillantez de los predecesores “The Man Who Sold The World” y “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust”.
Manteniendo el núcleo principal de la banda que grabaría sus últimos trabajos, en donde destacan el guitarrista Mick Ronson, la sección rítmica compuesta por Trevor Bolder y Mick Woodmansey y la exquisita producción de Ken Scott, Bowie vuelve a encargarse de los sintetizadores, el mellotron, el saxo, las guitarras rítmicas y las voces que son secundadas por las vocalistas Linda Lewis y G.A. MacCormack.
Pese a perder un ápice de fuerza en favor de la melodía, “Aladdin Sane” sigue conservando grandes destellos como lo demuestran la poderosa “Watch That Man”, la compacta “The Jean Genie”, la enérgica “Aladdin Sane”, la melódica “Drive-In Saturday”, la contundente “Cracked Actor”, la épica “Time” o la espesa “Panic In Detroit”, para acabar como colofón con la hermosa "Lady Grinning Soul", que hacen de este álbum otra de las obras maestras del camaleónico Duque Blanco. Mientras en el plano comercial “Aladdin Sane” conseguiría un numero uno en la listas británicas y lograría acceder entre los veinte primeros del Billboard estadounidense, obteniendo con ello, un disco de platino y varios discos de oro por sus ventas.