jueves, 15 de abril de 2021

Mike Rutherford-Smallcreep´s Day (1980)

Una vez Genesis había concluido la gira mundial promocionando el álbum "...And Then There Were Three..." sus tres miembros, Phil Collins, Mike Rutherford y Tony Banks, deciden tomarse una descanso lejos de la banda para acometer sus proyectos en solitario. Así en 1980 Mike Rutherford publicaba su primer trabajo en solitario "Smallcreep´s Day", para el cual tuvo las colaboraciones de su ex compañero en Genesis, Anthony Phillips, que aquí se encargaría de los teclados, lejos de su habitual guitarra, del baterista Simon Phillips, y del percusionista Morris Pert y el cantante Noel McCalla, mientras Rutherford se encargaba de las guitarras y el bajo. Grabado en los Polar Studios de Estocolmo, fue producido por el ingeniero habitual de los últimos trabajos de Genesis, David Hentschel, en los meses finales de 1977. Con "Smallcreep´s Day", Mike Rutherford demostraría su enorme talento a la hora de componer grandes piezas de excelentes melodías progresivas, junto a otras de claro acento pop sinfónico. En lo instrumental, la elección de un casi desconocido McCalla fue una acertada decisión, con unas interpretaciones vocales muy emotivas y convincentes, mientras Anthony Phillips realiza un trabajo excelente con un instrumento que no es el habitual suyo, mientras el resto muestra la solidez perfecta para la ejecución de las piezas de este álbum. Un disco que cuenta con dos partes bastante diferenciadas entre si, la primera esta compuesta por los sonidos progresivos y sinfónicos con la extensa suite "Smallcreeps´s Day", dividida en siete partes, aunque sin embargo ciertamente esta mas enfocada a piezas sueltas que a un tema conciso y cohesionado, pero en donde hay una gran variedad de ritmos, estilos y atmósferas progresivas, con muchos pasajes de guitarras de 12 cuerdas, solos de guitarras eléctricas y sublimes sintetizadores y mellotrón, todo ello secundado con un magnifico trabajo de una sección rítmica poderosa y las voces de Pert y McCalla que encajan perfectamente con la filosofía musical de este álbum y que finalizan con la maravillosa melodía "At The End Of The Day", una épica canción digna de cualquiera de las grandes de su banda madre. Mientras la segunda cara tiene una orientación mucho mas comercial con un trasfondo sinfónico, con temas potentes como "Moonshine", la apasionada "Time and Time Again" o la progresiva "Romani". Este es sin duda uno de los mejores álbumes en solitario de uno de los miembros de Genesis y uno de los grandes álbumes de la década de los ochenta, en donde aun se pueden escuchar los ecos de obras tan emblemáticas como "A Trick Of The Tail", "Wind & Wuthering" o " ...And Then There Were Three...".