Ellos dejaron atrás una interesante y ambiciosa colección de grandes discos dignos de estudio, como "The Electric Prunes", el cual contiene algunos de los mejores temas de toda la carrera del grupo como el clásico e inmortal “I Had Too Much to Dream” o las brillantes “About a Quarter to Nine” y “Get Me to the World on Time”.
Este primer disco fue la base del siguiente "Underground", su segundo LP, en donde ya mostraban cuáles eran los derroteros musicales del grupo.
En este "Underground" se observaba la creciente visión psicodélica y experimental del grupo, que a pesar de todo pasaría desapercibido para el gran público.
"Mass In F Minor", su tercer trabajo es aún mucho más experimental, un disco conceptual más cercano a una misa de rock que a un disco de pop convencional, que para hacerlo aún más complicado fue cantado en latín. Este trabajo inédito e inusual termina con la desintegración momentánea de la banda.
Sin embargo, en 1968 se publicaría el disco "Release Of An Oath", que siguiendo la tónica del anterior, no tiene mucha repercusión comercial, pero que curiosamente quedó inmortalizado en la famosa película "Easy Rider" gracias al tema " Kyrie Eleison".
"Just Old Good Rock and Roll" fue el epitafio de Electric Prunes, que pese a volver a los sonidos de sus orígenes volvería a fracasar estrepitosamente en el plano comercial.
Años más tarde la banda retornaría para algunos conciertos y se publicaron varios recopilatorios y grabaciones en directo de su época de esplendor, como el magnífico "Estocolmo 67", grabado en 1967 durante una gira europea, editado más de 30 años después, en una histórica grabación considerada como uno de los mejores shows en vivo de la era psicodélica.