Blackfoot son una de esas bandas que han tenido un largo y tortuoso camino hasta llegar al éxito y el reconocimiento merecido. Después de dos meritorios trabajos como son su álbum debut “No Reservations” (1975) y el posterior “Flyin´High” (1976), no logran la notoriedad deseada producto de la mala planificación comercial por parte de las discográficas Island y Epic.
Después de otro cambio de compañía discográfica, este vez bajo la ATCO, publican su tercer larga duración, “Strikes” con el cual logran las mieles del triunfo gracias en parte a la adecuada promoción del álbum por parte del nuevo sello y a una irresistible colección de grandes temas de rock sureño como “Highway Song” y “Train Train” que lo aúpan en el top 40 norteamericano, logrando vender un millón de copias en los siguientes dos años.
Pero sin embargo este álbum no solo vivía de las rentas de esos excelentes dos temas, aquí también aparecían adictivas versiones como “Whising Well” de Free, “Pay My Dudes” de Blues Image o “I Got A Line On You” de Spirit, con las cuales la banda aprovechaba esa antigua estratagema de recurrir a temas exitosos ya conocidos, pero dotándolos con su sello personal e inconfundible.
El gran recibimiento del álbum les abriría el camino comercial y una gran popularidad, y en los siguientes dos años la banda no dejaría de girar triunfalmente por todos los Estados Unidos junto a bandas consagradas como Foreigner, Journey, AC/DC o Blue Oyster Cult.