Taj Mahal es uno de los grandes pilares del blues, sin embargo nunca ha tenido la fama ni el mismo reconocimiento que otros bluesman mas mediáticos como B.B.King, John Lee Hooker o Muddy Waters.
Nacido a mediados de la década de los 40, sus inicios artísticos fueron bastantes dubitativos practicando un estilo de blues que no tenia demasiado relación con el estilo habitual, impregnado de sonidos gospel, jazz, swamp o zydeco, siendo por lo tanto los mas puristas los primeros en minimizar su estilo al comienzo de su carrera.
Sin embargo todas esas opiniones quedaron desfasadas cuando los propios The Rolling Stones le invitaron a participar en su show “Rolling Stones Rock and Roll Circus” en 1968. Este transcendental hecho fue el principio de la reconsideración de su particular estilo, lo que contribuiría a la difusión masiva de su obra y el reconocimiento de los primeros discos de Taj Mahal de finales de los 60.
Ya con su segundo álbum “The Natch´t Blues”, adquirió la suficiente fama para arriesgarse a lanzar un doble disco que acabaría encumbrando definitivamente su carrera entre los grandes bluesman de la época.
Titulado genéricamente “Giant Step/De Ole Folks at Home” (1969), este doble álbum contaba con dos discos bien diferenciados, en el primero “The Gian Step”, Taj Mahal (voz, armónica, banjo y steel-guitar), acompañado del potente trío compuesto por Jesse Ed Davis a la guitarra eléctrica y acústica y el órgano, Gary Gilmore al bajo y Chuck Blackwell a la batería, muestra su ecléctica esencia blues en cortes como la rock and roll “Keep Your Hands Off Her”, los clásicos blues “Give Your Woman What She Want”, “Good Morning Little Schoolgirl” o “Bacon Fat”, la sureña “Six Days On The Road” o la fronteriza “Further On Down The Road”.
Mientras el segundo disco es un tour de forcé de Taj Mahal en solitario con su guitarra, su armónica y su voz, reviviendo el primitivo blues de principios de siglo con varias influencias como el gospel o diferentes sonidos tribales.
Con este doble álbum considerado uno de los mejores de la historia del blues,
Taj Mahal entraría en la leyenda del genero y de paso su carrera se revalorizaría, convirtiéndose en uno de los iconos del genero en las siguientes tres décadas.