“Zoot Allures” supuso el decimoséptimo álbum que Frank Zappa firmaría en solitario y que fue publicado en medio de la efervescente época de la música disco de mediados de los setenta.
Para la grabación de este álbum Zappa recurriría a un gran plantel de músicos de sesión, (algunos de los cuales, mas tarde pasarían a ser habituales en sus posteriores grabaciones), entre otros se encontraban el batería Terry Bozzio, el bajista Roy Estrada, la teclista Ruth Underwood o el saxofonista Napoleón Murphy Brock, además de una sección de vocalistas en donde aparecían Davey Moire, Rubén Ladron de Guevara o Sparkie Lewis, mientras que el propio Zappa se encargaba de las guitarras, sintetizadores, teclados, voz principal y la producción del mismo.
En “Zoot Allures” Frank Zappa se alejo en cierta medida de su habitual sonido estándar para acercarse al rock mas directo y puro y si bien en muchos momentos del álbum alcanza ese estilo, también es cierto que en el fondo su música característica sigue estando presente en cada surco del disco.
Su peculiar humor sigue dominando la gran mayoría de cortes como la sórdida “The Torture Never Stops” o la humorística y divertida “Ms.Pinky”. Por otro lado “Wind Up Working In a Gas Station” y “Black Napkins”, son los momentos de rock directo antes mencionados, en donde los solos de guitarra de Zappa muestran su asombroso dominio con ese instrumento.
La instrumental “Zoot Allures” es uno de los momentos culminantes con su distintiva guitarra en primer plano, un lenta pieza mantenida de manera soberbia por un Terry Bozzio fuera de serie.
Para finalizar Zappa hace su particular guiño humorístico a la música disco, que por entonces estaba en un gran apogeo con su tema “Disco Boy”, otro espectacular numero de rock puro y un excelente cierre de un gran álbum de pura diversión y virtuosismo por parte de todo el plantel de músicos intervinientes.