Hasta 1975, Steve Hackett era sin ninguna duda el miembro mas distante y oscuro de Genesis, aún siendo reconocido como un guitarrista talentoso, siempre fue visto como el músico que se escondía detrás de su instrumento y apenas obtenía el protagonismo de los restantes integrantes de la banda.
Para ese año los componentes del grupo decidieron tomarse un tiempo para reflexionar debido a la marcha de Peter Gabriel y mientras buscaban una solución al rol del nuevo vocalista (algo que finalmente recaería en el propio batería de la banda, Phil Collins), Hackett lanzaba su primer álbum en solitario.
La publicación de este primer álbum (el primero lanzado por un miembro del grupo), significaría la demostración del enorme talento del guitarrista, bastante oscurecido a nivel compositivo en su banda madre.
“Voyage of the Acolyte” cuenta con la participación de varios de sus compañeros en Genesis, Mike Rutherford y el mencionado Phil Collins, además de ilustres nombres como Percy Jones, Robin Miller o Sally Oldfield, entre otros músicos de reconocida fama.
Para muchos, “Voyage of the Acolyte” es sin duda el mejor trabajo de un miembro de Genesis en solitario, considerado una joya del rock progresivo, con grandes similitudes al sonido de su banda o acercamientos a King Crimson por el uso masivo del mellotrón.
El abrupto inicio de “Ace Of Wands”, es la clara advertencia para mostrarnos que estamos ante un álbum muy fértil e imaginativo, un tema frenético de rock progresivo, en donde los cambios de ritmo continuos y los increíbles pasajes de guitarra confieren a esta pieza la categoría de notable. La encantadora “Hands Of The Priestess”, pone uno de los puntos bucólicos y pastorales, mientras “A Tower Struck Down” retoma la agresividad del primer corte con un esplendoroso tema progresivo.
Después del breve interludio que supone la segunda parte de “Hands Of The Priestess”, con un tono mas suave que la primera parte, llega otra melodía suave y melancólica “The Hermit”, que sirve como umbral a uno de los temas mas elaborados y complejos, “Star Of Sirius” donde las voces de Phil Collins suenan de manera celestial, acompañados de guitarras, mellotrones y una batería pletórica y contundente.
Para finalizar aparecen la breve y acústica “The Lovers”, que es la antesala a la epopeya de 14 minutos “Shadow Of The Hierophant”, sin duda el tema que mas se acerca al sonido mas puro de Genesis, en donde sobresale la dulce voz inicial de Sally Oldfield, para progresivamente convertirse en un tema con continuas atmósferas y cambios de ritmo y que es el epilogo perfecto para un disco pletórico de rock progresivo.