El séptimo álbum de los irlandeses Thin Lizzy sucumbiría comercialmente por estar en medio de dos de sus obras mas emblemáticas como son “Jailbreak” (1976) y "Bad Reputation” (1977), además de por su estilo experimental y en cierta medida del tono melancólico y cadencioso que reflejaban el estado anímico de su carismático líder y principal compositor Phil Lynott.
Grabado el mismo año que el anterior “Jailbreak”, pero con cinco meses de diferencia, volvió a repetir la formación clásica compuesta por los guitarristas Scott Gorham y Brian Robertson, el batería Brian Downey, además del propio Lynott al bajo y las voces.
El armonioso ritmo esta presente en cortes como “Old Flame”, “Borderline” o “Sweet Maria”, mientras “Johnny the Fox Meets Jimmy the Weed”, es un ecléctico tema con raíces funk y pop con un ritmo pegadizo, por otro lado cortes como “Johnny”, “Rocky”, “Fools God” o “Massacre”, recuperan en parte el sonido característico de hard rock contagioso y adictivo.
Sin embargo el momento cumbre se encuentra con la sensacional “Don´t Believe A Word”, uno de los temas clásicos de la banda y todo un himno del hard rock de los 70.
Pese al varapalo comercial en comparación con otros álbumes, “Johnny The Fox” lograría un meritorio disco de oro en las listas británicas y se ha convertido en una de las obras esenciales de la banda irlandesa y todo un disco icónico del hard rock de la década de los 70.