Con su séptimo álbum, Bruce Springsteen mostraba su cara mas alegre y desenfadada confeccionando un trabajo repleto de temas patrióticos y de enorme fuerza emocional, donde exponía su callejero rock and roll con unas nuevas texturas electrónicas.
Desde su icónica y nacionalista portada, Springsteen acentúo las sensibilidad del americano medio y del patriotismo mas arraigado.
Sin embargo este álbum en el fondo muestra una especie de desilusión por la realidad de la vida cotidiana norteamericana, todo ello bajo el sarcasmo y el humor como queda demostrado en la representativa y enérgica “Born In The USA”, un tema pegajoso con la voz desgarradora de Springsteen, una alegoría a los veteranos de la guerra del Vietnam.
La melancólica “Cover Me” y la adictiva y sencilla “Darlington City” dan paso a la alegre rock and roll “Working On The Highway” para volver a la melancolía con la sentida “Downbound Train” y la simple y emotiva “I´m On Fire”.
Ya en la segunda cara aparecen la rebelde “No Surrender”, la triste y oscura “Bobby Jean”, las adictivas “I´m Goin´Down” y "Glory Days”, para acabar con la rítmica y todo un hit en las listas, “Dancing In The Dark” y la cálida “My Hometown”, que dan por finalizado un álbum que nos va relatando los valores de la sociedad norteamericana a través de unas historias en clave poética y musical.
Con este álbum claramente orientado hacia los terrenos del pop rock mas comercial y contagioso, Bruce Springsteen lograría su mayor éxito a nivel mundial, convirtiendo su figura en una solida estrella del rock de masas.