El séptimo álbum de Uriah Heep empezaba a mostrar el alejamiento de la mística y la fantasía de sus anteriores obras, produciendo lo que probablemente fuera su trabajo mas melódico y ecléctico hasta entonces.
Ya desde la propia portada del álbum, que a diferencia de las anteriores obras no estaba diseñada por Roger Dean, ya denotaba por donde iban los derroteros musicales de este nuevo trabajo.
Sin embargo musicalmente la banda sigue en plena forma, con un Ken Hensley sensacional que domina por completo las composiciones, aunque esta vez inclinado aún mucho mas hacia su trabajo con los teclados, siendo menos frecuente aquí la participación de Mick Box. Este álbum incluye uno de los temas mas famosos de los Uriah Heep, básicamente una versión ralentizada del clásico “Easy Livin´” y que pudo haber sido un éxito arrollador en el top ten si no fuera por que se prohibió su reproducción en las estaciones de radio por su controvertida letra.
En “Dreamer” la banda ejecuta un poderoso rock con mucho groove donde en una de sus pocas apariciones, Mick Box demuestra sus enormes riffs de guitarra y su melodía de vanguardia.
La legendaria y poderosa “Stealin´” nos conducen a “One Day”, que muestran el sonido característico de Uriah Heep, mientras la melódica “Sweet Freedom”, la medio tiempo “If I Had The Time”, la intrascendente “Seven Stars" y la sobria “Circus”, son la antesala del mejor momento del álbum, la espectacular “Pilgrim”, un épico tema progresivo, dinámico, poderoso y oscuro que retoma la temática fantástica ofrecida en los dos álbumes anteriores y que hace justicia al resultado final de un trabajo que reflejaba el gran talento y el gran estado de forma de Uriah Heep a mediados de los 70.