En la historia de la música popular han habido grandes álbumes que por diferentes circunstancias pasaron desapercibidos y fueron infravalorados por el gran publico y la critica especializada y que en muchos casos ha sido ese juez supremo que es el tiempo, el que los ha colocado en el lugar que le corresponden.
Uno de esos álbumes es “5” de J.J. Cale, publicado en una época en donde Mark Knopfler, uno de sus alumnos mas aventajados, triunfaban mundialmente con su banda Dire Straits, con un sonido que era calcado al estilo elegante y puro de country, blues, rock and roll y rhythm and blues del músico originario de Oklahoma.
Desde su álbum debut aparecido en 1972, hasta este “5”, su quinto trabajo como indica su nombre, apenas aparecía en las crónicas musicales, a ello también contribuía su hermetismo personal y su alejamiento de las grandes masas y de la popularidad.
A finales de los setenta lograría un nuevo contrato discográfico con la MCA y lo estrenaría con este nuevo álbum, que fue grabado en Nashville rodeado de afamados músicos de la escena country y blues de la capital de Tennessee, y en el cual J.J.Cale seguía mostrando un estilo reposado de los sonidos americanos, con pocos arreglos y florituras, un tono relajado y su voz hipnótica.
Un álbum que sin mostrar nada nuevo en comparación a sus anteriores obras, contiene una insuperable colección de temas mágicos de gran pureza creativa e instrumental.
Desde la inicial “Thirteen Days” hasta la ultima del disco “Mona”, se van sucediendo temas de gran exquisitez como”I´ll Make Love To You Anytime”, “Don´t Cry Sister”, “Sensitive Kind”, “Friday”, “Lou-Easy-Ann” o “Fate Of A Fool”, convirtiendo a este trabajo en otra de sus sobresalientes obras, que como todas las anteriores, solo estaban a la altura de la genialidad de un musico como J.J. Cale.