Fish vs Hogarth, este es sin duda una de los mayores catalizadores de cualquier discusión con los fans de Marillion, hasta el punto de que en algunos foros de internet sobre el grupo, prohíben tajantemente la mera mención de la comparación entre estos dos cantantes, por temor a una guerra electrónica que obstruya los servidores y los ordenadores. Mas allá de esta afirmación exagerada, ello viene a cuento con la partida del gigantón Fish y la llegada de Steve Hogarth como su sustituto y lo que este aportaría en Marillion, que fue muchísimo (lo es aún). Pese a que los mas puristas de la banda, tachen a Hogarth de ser el principal responsable del desvío musical del grupo hacia derroteros mas pop, en detrimento de la pomposidad progresiva de sus primeros álbumes, lo cierto es que si en algo están de acuerdo unos y otros, es en su poderosa voz, de excelente rango y su faceta de gran letrista que invita a la reflexión. Todo ello queda bien demostrado en gran parte del primer álbum post Fish y primero con Hogarth en la banda, “Seasons End” de 1989. Este fue el primer testimonio real de lo que el cantante hizo con Marillion como banda y dicho todo esto, este “Seasons End” suena genial y brillante y es sin duda un excelente y digno sucesor del soberbio álbum que lo precedía con Fish en sus filas, "Clutching At Straws" de varios años antes.
Ya desde su inicio con la increíble “King Of Sunset Town”, demuestra el apogeo que Marillion irrumpe y se levanta triunfante, listos para comenzar otro capitulo, y así despejan las dudas para quienes le vaticinaron el descalabro y su epílogo final.
La hermosa “Easter”, es la primera gran aportación del cantante al repertorio del grupo, un tema con uno de los mejores solos de Steve Rothery de toda su carrera y un ritmo tan cautivador como brillante. La pausada y misteriosa “Seasons End”, concluye con una final épico y hipnótico que engrandece la faceta instrumental de todo la banda. En “The Uninvited Guest”, ya podemos intuir por donde irán los tiros de su nueva aventura, un tema que se acerca a sonidos rock y comerciales con unas potentes líneas de guitarra y bajo. La melódica y sentida “Holloway Girl”, es uno de los momentos menores del álbum y la nostálgica “Berlin”, es la demostración palpable de las excelencias vocales de Hogarth, una canción tan melancólica como oscura, que a medida que avanza se torna en un poderoso tema con un final apabullante. Después de la corta y acústica “After Me”, llega la potente rock, con una clara orientación comercial, “Hooks In You”, para acabar con la exquisita y progresiva “The Space”, uno de los momentos mas memorables del disco y colofón final a la primera gran aportación de Steve Hogarth al universo Marillion.